Entourage, o la fascinación de la trivialidad

Hoy quiero hablaros de una serie antigua que he descubierto recientemente gracias a la aplicación de HBO (que os recomiendo encarecidamente). Se trata de Entourage (El séquito), que se emitió entre los años 2004 y 2011 (8 temporadas).

Cuando llevaba unos episodios de la serie, me pregunté a mí mismo por qué me gustaba. Hay mucha superficialidad, banalidad y sexismo, no hay personajes demasiado profundos y va sobre un grupo de nuevos ricos que sólo piensan en dinero, chicas, marihuana y coches. ¿Dónde está el gancho?

Pues sinceramente, aparte de la canción inicial de Jane’s Addiction, que me obliga a volver cada vez, tengo que reconocer que todavía no sé qué más hay… pero así con la tontería voy ya por el final de la segunda temporada. Y ya no puedo separarme de ellos.

Entourage sigue las andanzas de cuatro amigos (dos de ellos hermanos) de Queens (NY) que se mudan a Los Angeles cuando uno de ellos, Vincent Chase (Adrian Grenier) empieza su carrera como actor de Hollywood. Vincent los mantiene a los cuatro, que a cambio le sirven como ancla vital en un ambiente tan vacuo y lleno de gente falsa.

¿Y a qué dedican su vida estos cuatro? Pues lo dicho. A buscar más dinero, coches nuevos, casas más grandes y fiestas con muchas chicas muy poco vestidas.

Uno de los puntos fuertes de la serie es el carisma de los personajes. En primer lugar está Vince, el chico guapo con una sonrisa irresistible y una capacidad innata para atraer a las mujeres. Luego está su hermano mayor, Johnny, continuamente desesperado por sobrevivir como actorzuelo. Luego está Eric, que es el mejor amigo de Vince, trabaja como su manager y hace las veces de voz de la razón. Por último tenemos al entrañable Turtle, que se encarga de la logística de la casa y trapicheos varios. A destacar también al agente de Vince, Ari, altamente odiable pero imprescindible.

A través de episodios cortos ideales para la hora de comer o antes de acostarte, Entourage te lleva por las peripecias de estos 4 fantásticos, que no dejan de demostrar su desparpajo y su ingenuidad en el mundo hiperprofesionalizado de Hollywood.

La verdad es que no tengo muy claro si la serie es realmente una sátira del mundo del cine y su lógica machista, o si por otro lado se entrega descaradamente los clichés… pero sea como sea, lo hace con encanto.

En resumen, estamos ante una especie de versión masculina de Sexo en Nueva York con un humor básico pero efectivo, tramas sencillas y una lista infinita de divertidos cameos, que ofrece una visión  muy fresca de los entresijos de la industria del cine. Si quieres divertirte con sus fiestas, sus negociaciones, sus frustraciones, su superficialidad y sus festivales, Entourage es para ti. Si decides omitirla, tranquilo: la vida sigue. Yo de momento voy a empezar la tercera temporada.