Brooklyn 99, la desternillante sitcom policíaca de Andy Samberg
Hace poco os hablábamos de Barry, una acertada serie protagonizada por Bill Hader, uno de los mejores cómicos que han pasado por Saturday Night Live en los últimos años. Hoy le toca el turno a uno de sus compañeros, Andy Samberg, que estuvo trabajó en SNL entre los años 2005 y 2012.
Se trata de Brooklyn Nine-Nine, una sitcom de temática policíaca emitida por la FOX que se puede ver en Netflix.
La acción de la serie se centra en una comisaría de policía de Nueva York, poblada por detectives que oscilan entre lo patético, lo ineficaz y lo ridículo. El protagonista es el inmaduro Jake Peralta (interpretado por Andy Samberg), que lo convierte todo en una broma y que es incapaz de tomarse su trabajo en serio. A su lado está el incondicional y peculiar Charles Boyle, un divorciado amante de la gastronomía.
El contrapunto de este dúo son dos mujeres efectivas pero no desprovistas de particularidades: la atractiva y repelente Amy Santiago y la letal y asocial Rosa Díaz. Al mando de la comisaría está el necesario contrapunto del protagonista: el Capitán Holt, una especie de Sheldon Cooper inexpresivo y educadísimo que lo hace todo siguiendo las reglas a rajatabla. Su mano derecha es el sargento Terry Jeffords, musculoso a la vez que tierno e histérico.
Completan el panorama dos detectives veteranos que redefinen el concepto de inutilidad (Hitchcock y Scully) y Gina, una singular secretaria con mucho más poder de lo que parece.
Este cóctel molotov estalla a diario con las situaciones más delirantes y los diálogos más frenéticos que se pueden vivir en una comisaría de policía.
Si bien la primera temporada me dejó un poco indiferente, me fui encariñando con los personajes y ahora no hay forma posible de vivir fuera de esta comisaría. Las escenas de acción son un mero pretexto para los gags, pero el ritmo es tan rápido y las tramas tan desternillantes que te tragas los episodios como si fueran rosquillas en un coche patrulla.
Brooklyn Nine-Nine es una sitcom cómica sencilla y ligera que sabe reírse bien de los estereotipos del género, con episodios de veintipocos minutos, con personajes que van madurando, tramas agridulces y situaciones rocambolescas. Muy recomendable.