Andreu Latorre, la inmensidad está aquí

Para Culturaca supone un placer indescriptible descubrir (y descubriros) a artistas actuales, que viven ocultos en sus pequeños universos. Hoy hablamos de un creador de Barcelona llamado Andreu Latorre Azurmendi. La obra de Latorre transcurre entre la pintura, el vídeo y el arte sonoro. Podéis echarle un vistazo a su obra actual en la web Museo Psíquico.

El sábado 5 de octubre se inaugura en el espacio Ph2 de Sitges la exposición KOAN, donde el artista barcelonés ofrecerá una muestra de su producción pictórica de 2013.

El nombre de la exposición da mucho juego. Así define la wikipedia un koan:

“un problema que el maestro plantea al alumno para comprobar sus progresos. Muchas veces el ‘kōan parece un problema absurdo, ilógico o banal. Para resolverlo el novicio debe desligarse del pensamiento racional y aumentar su nivel de conciencia para intuir lo que en realidad le está preguntando el maestro, que trasciende al sentido literal de las palabras”.

Un ejemplo de koan: “Conocemos el sonido de dos manos aplaudiendo; pero, ¿cuál es el sonido de una mano aplaudiendo?”

Un koan es como una paradoja sin resolución. Lejos de causar frustración, este cul-de-sac discursivo invita a la reflexión, al viaje. Es una afirmación que utiliza el vocabulario de la lógica para describir algo abstracto. No puedo dejar de pensar que esta es el enfoque perfecto para acercarse a la obra de Latorre.

Algunos de sus cuadros de gran formato son puramente abstractos, y nos presentan estallidos, nubes y trazos muy poéticos. Son como explosiones que nos arrastran o nos invitan a penetrar en la inmensidad.

Por otro lado, parte de su obra combina espacios abstractos con elementos arquitectónicos de un gran realismo. Las obras de esta serie plantean un juego fascinante: distinguir entre realidad e irrealidad, que conviven superpuestas como las dos caras de una moneda que, en realidad, tiene una sola cara. O como el sonido de una sola mano aplaudiendo.

Os invito a visitar la exposición KOAN y a viajar por estos universos, estáticos pero a la vez de un dinamismo sobrecogedor. Buen viaje.