Trance: no sólo de recuerdos vive el hombre

Trance
Danny Boyle, 2013

Pasados casi 20 años desde Trainspoting, Danny Boyle ha cambiado el clásico “Sexo, drogas y rock’n’roll” por el “Sexo, arte e hipnosis”. ¿Qué os parece?

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Quién tuviera ahora la telepatía de Charles Xavier…

A continuación se puede encontrar algún pequeño spoiler, pero vaya, siendo como es una película de estilo muñecas rusas, no creo que le afecte demasiado a nadie.

Vayamos por pasos. Simon (James McAvoy) es un chico guapo, educado e introvertido. Es un gran amante de los juegos de azar y las apuestas, trabaja en una casa de subastas y  acaba viéndose implicado en un plan truculento para robar un cuadro de Goya que está valorado en una millonada. Hasta aquí, todo bien.

¿Dónde está el problema? El problema no es la peculiar banda de ladrones liderada por Franck (Vincent Cassel), que aparte de algunas hostias bien dadas es bastante comedida y comprensiva. El problema es que Simon ha perdido la memoria y no sabe dónde ha dejado el cuadro.

Trance film still
Cuando escuches mi voz, te volverás loco por mí.

Claro que esto tampoco es ningún problema, ya que contactan con una psicóloga especialista en hipnosis, Elizabeth (). La susodicha especialista tiene la capacidad  de inducir a cualquiera a un estado de hipnosis y manejarlo a su voluntad. Eso por no hablar de su facilidad natural para encandilar a todo hombre que le pase por delante.

Entonces… ¿dónde está el problema? Pues sinceramente, no lo sé. La estructura narrativa, en varias capas, es compleja pero sin llegar a confundir demasiado. En cualquier caso, uno tiene la sensación de que al final el puzzle se resolverá solo. Y así es. ¿O no?

Resumiendo: es un thriller psicológico de ambiente criminal, pero sin demasiada sensación de peligro. La narrativa fragmentaria tampoco resulta especialmente impactante. Además, os he engañado con la premisa inicial. La película no va sobre arte. Tampoco va sobre hipnosis. ¿De qué va la película? Creo que ya no me acuerdo. Tendré que pedir hora en la consulta de Elizabeth, que tiene una frase profética: The choice is yours. Do you want to remember or do you want to forget?.

 

 

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