Lev Tolstói. El primer peldaño y otros escritos sobre vegetarianismo.

Sigo imbuyéndome en las obras de Tolstoi. Esta pequeña obra es una selección y traducción de Joaquín Fernández-Valdés y está editada por Kairós. Como su propio título indica, El primer peldaño y otros escritos sobre vegetarianismo recoge los escritos sobre vegetarianismo del gran escritor ruso. Porque sí, Tolstói era vegetariano, aunque hay muchas personas que desconocen por completo este dato.

Esta predilección alimentaria de Tolstói tenía que ver mucho con su profundo sentido religioso. El escritor tuvo una fuerte crisis religiosa que casi le aboca al suicidio y de la que surgió con una religiosidad cristiana reforzada muy profunda, pero mucho. El “no matarás” de la Biblia para él era un precepto básico y después de visitar un matadero cercano a su casa, decidió cambiar por completo su dieta, causando incluso una división familiar bastante profunda. Su mujer y una parte de sus hijos siguieron comiendo carne, mientras él y otros de sus hijos no, como Lev y Tatiana. El que antaño fue un gran cazador, dejó de serlo. Y, de hecho, predicaba el vegetarianismo más puro, el frugívoro. Lo mejor era comer solo frutos y si podían ser crudos, mejor.
El primer peldaño se refiere precisamente a este primer paso moral que una persona tiene que dar para llegar a esa decisión y llevar una vida plena. Para llevar una vida ética tienes que evitar hacer daño a los seres vivos. A cualquier ser vivo, animales incluidos. Sin excepción.
Este conjunto de textos se ha traducido por primera vez al castellano en esta edición. Además de este escrito que le da título, recoge textos del propio Tolstói u otros recopilados por el autor, como citas de otros escritores o pensadores que le han marcado referentes al vegetarianismo. Y cierra el libro dos textos de su hija Tatiana Sujótina-Tolstaia y de su hijo Lev Tolstoi, que fueron los que también se hicieron vegetarianos.
Los textos son muy interesantes, tanto si te interesa el vegetarianismo como si quieres profundizar en la obra del escritor ruso. Es un libro breve y no resulta difícil de leer, a pesar del toque filosófico. Lo mismo después de leerlo te dan ganas de dejar de comer carne. Desgraciadamente, por culpa de mis intolerancias alimentarias, me resulta imposible, pero tú a lo mejor te lo quieres plantear.