Horace & Pete, el lado más bestia de la vida

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Los que nos seguís desde hace un tiempo sabéis que es verdadera devoción lo que sentimos en Culturaca por el cómico estadounidense Louis C.K. Pues en este 2016 le llega el turno a Horace & Pete, nuestra última droga dura.

Horace & Pete es una serie emitida exclusivamente por internet, con el objetivo de saltarse la lógica de las cadenas televisivas y la omnipresente publicidad. La serie se puede ver exclusivamente en la web del propio Louis C.K., que la escribe, la dirige y la protagoniza.

De momento no está claro si su modelo de negocio, basado únicamente en la autoproducción y en la distribución web, llegará a buen puerto. Pero ya hay 10 episodios disponibles. Lo que no hay son subtítulos en castellano, así que es terreno exclusivo de espectadores con un buen nivel de inglés.

Horace & Pete nos transporta a un viejo bar de barrio neoyorquino, abierto desde hace un siglo, y que tiene la particularidad de pertenecer a una saga de propietarios. Siempre lo lleva una pareja llamada Horace y Pete. El propio Louis C.K. hace de Horace Wittel, que regenta el bar junto con Pete Wittel, encarnado por el grandísimo Steve Buscemi. A la barra está el tío Pete Wittel, al que da vida el veterano actor y cómico Alan Alda (¿alguien se acuerda de M*A*S*H?).

Si tú también te criaste viendo Cheers, te puede resultar familiar este tipo de entorno. Pero caigas en la tentación de pensar que será parecido. El tipo de humor es totalmente distinto. Lo que allí era una serie amable para toda la familia, aquí es una retahíla de covnersaciones y gags incómodos que rozan y abrazan lo políticamente incorrecto.

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Estas tres estrellas le imprimen a la serie ese tono decadente de bar de barrio, lleno de gente perdida y solitaria, que no obstante no para de hacernos saltar las lágrimas de risa.

Louis C. K. ha sabido rodearse de una buena caterva de actores y humoristas. Entre ellos cabe destacar a  figuras como Jessica Lange, a compañeros de oficio como Nick DiPaolo o Greer Barnes y a cómicos inclasificables como Steven Wright o Kurt Metzger.

La serie es una sitcom clásica, aunque sin aplausos (ni directo ni enlatados), grabada de forma convencional con un aspecto muy teatral. Aquí el atractivo principal son los diálogos absurdos y las escenas incómodas. Y con un barman tan carranclón, directo y agresivo como el tío Pete, no faltan situaciones de una tensión hilarante.

Capítulo tras capítulo, vamos viendo interactuar a los habituales del bar, cada uno con su posición fija en la barra, además de una clientela eventual que da mucho juego. Desde jóvenes hipsters que hablan de política a una mujer con el síndrome de tourette’s que intenta ligar con Pete, la diversión está servida.

Te dejamos con un pequeño clip de uno de los primeros episodios. Cuidado, engancha.

 

 

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