Felipe Alfau: un escritor español en América

Felipe Alfau

Felipe Alfau

Hoy hemos decidido abrir el baúl de los recuerdos para ir de viaje por una figura literaria muy interesante. Un escritor de obra escasa y poco éxito que dejó una novela fantástica: Locos: una comedia de gestos.

Felipe Alfau (1902-1999) nació en Barcelona y a los catorce años emigró con su familia a los Estados Unidos, donde viviría el resto de su vida. Ahí Alfau hizo lo que Vladímir Nabokov, Joseph Conrad y tantos otros: adoptar el idioma del país de acogida como lengua literaria.

Así que Alfau escribió toda su obra en inglés. En el año 1929, una editorial de Nueva York publicó un libro de relatos, Old Tales from Spain. Más adelante, en 1936, otra editorial neoyorkina publicaría su mejor obra, Locos: A Comedy of Gestures.

Steven Moore con Felipe Alfau
Steven Moore con Felipe Alfau y el manuscrito de Cromos. Queens, NY, mayo de 1991

Sin embargo, tendrían que pasar casi sesenta años para que los lectores españoles lo descubrieran. En 1987, el editor y escritor estadounidense Steven Moore descubrió Locos y decidió reeditarla. Cuando el editor le preguntó si tenía más libros escritos, Alfau le dio el manuscrito de Cromos, que tenía en un cajón desde 1948. A principios de los años 90, Seix Barral y Siruela publicaron sus libros. También es posible encontrar un poemario bilingüe que recorre toda su obra poética (La poesía cursi, 1992) .

La editorial Dalkey Archive Press, responsable de la publicación de Locos, tiene en su web una interesante entrevista a Alfau.

LocosLocos: una comedia de gestos es una novela fascinante. Está formada por una colección de relatos interrelacionados, que transcurren en la España que debía recordar Alfau. Las tramas se cruzan en un lugar llamado Café de los Locos, en Toledo. Allí se producen encuentros entre los personajes y el propio autor. Los protagonistas se liberan del yugo de la narrativa, desafían al autor y deciden saltar a otros relatos. Resulta una maniobra literaria muy divertida.

El prólogo, escrito por el propio Alfau, da indicaciones de lectura, en una línea pre-cortazariana:

“Esta… novela está escrita en forma de narraciones cortas para facilitar la tarea del lector. De esta manera, el lector no tiene que empezar el libro a continuación de una portada de- terminada y acabarlo en algún punto cercano a la portada opuesta. Siendo cada capítulo en sí mismo una historia completa, el lector puede tomar el libro y empezarlo por el final y acabarlo por el principio, o puede empezarlo y terminarlo por la mitad, de acuerdo con su humor. En otras palabras, puede leerlo de cualquier modo excepto, quizá, cabeza abajo”.

La atmósfera mítica, los juegos de perspectiva y la relación entre realidad y ficción me hacen pensar inevitablemente en Borges. Reproducimos a continuación un pequeño fragmento de la entrevista de Dalkey Archive Press, para ilustrar este aspecto:

Ilan Stavans: Dígame, ¿está familiarizado con Jorge Luis Borges, Pirandello o Nabokov? Hay quien le ha comparado con ellos, yo mismo incluido.
Felipe Alfau: He oído sus nombres pero no sé lo que hicieron estos hombres.
Ilan Stavans: ¿Nunca ha leído una obra o un relato suyo?
Felipe Alfau: No sabía que escribieran relatos y obras.

Nos despedimos con una frase del prólogo en la que Alfau habla sobre ficción y realidad: “Los personajes tienen visiones de la vida real… sueñan realidad y luego se pierden”.

 

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