Anthony Jeselnik, licencia para matar (de risa)
Uno de los mayores regalos que puedo recibir en mi vida es descubrir talentos nuevos cada tanto. Siguiendo el circuito norteamericano de stand-up comedy, en los últimos años se ha sucedido un ídolo tras otro. Louis C.K., Russell Peters, Amy Schumer, Bill Burr, Pete Davidson, Kristen Schaal, Michelle Wolf, Aziz Ansari… la lista no acaba.
Bueno, pues ha llegado mi última droga. Un rostro dolorosamente atractivo, un tono estudiadísimamente afilado y unos chistes cortos demoledores. Damas y caballeros, con todos ustedes Anthony Jeselnik.
¿Te ha pasado alguna vez reírte de un chiste e inmediatamente después sentirte mal por haberte reído de algo así? Por ejemplo, delante de ti alguien se ha caído ridícula y aparatosamente por las escaleras, y has soltado una carcajada antes de plantearte si esa pobre persona necesita ayuda. Anthony Jeselnik se alimenta de ese momento.
El personaje de Jeselnik es un tipo engreído y cruel que transita por paisajes totalmente amorales. Y nos encanta. Porque el diseño de esta persona escénica es impecable. Habla pausadamente, maneja de forma sublime los tempos y manipula a su voluntad las expectativas del público, acuchillándolo con sus one-liners (chistes cortos).
Su material no es apto para todos los públicos, y no te va a gustar si tienes una tolerancia baja a la mezquindad y la crueldad. Pero si crees que hay que poder reírse absolutamente de todo… y especialmente si perteneces al club de los que disfrutamos regodeándonos en el barro más inmundo de lo humano, vas a enamorarte de Jeselnik.
Recomiendo encarecidamente sus dos especiales de Netflix: Thoughts and Prayers (2015) y Fire in the Maternity Ward (2019). Canela en rama cortada con el bisturí más ácido del mundo.
Además, en el 2019 empezó su propio programa, Good Talk with Anthony Jeselnik, en el que entrevista a otros cómicos contemporáneos. Muy interesante para introducirte en los entresijos de la escena.
Una voz original, fresca, cínica y totalmente irresistible.
[…] Mi búsqueda constante de referentes actuales en el mundo del stand-up comedy es un camino forjado de emoción y de frustración. De emoción, porque constantemente surgen nuevas promesas y es fácil acceder a todos sus contenidos. De frustración, porque cuando te apasiona un cómico y ya has visto sus dos o tres especiales en Netflix (de una hora cada uno) y has repasado las entrevistas y todo el material heterogéneo que hay por las redes y en YouTube, me quedo con un gran vacío. Esto me ocurrió después de devorar demasiado rápido todo el corpus de Anthony Jeselnik (del que os hablé aquí). […]
[…] mi Top 10 de los mejores cómicos actuales. Ni más ni menos que Anthony Jeselnik, de quien ya os hablamos hace unos […]