D’A. Talents. Abou Leila.
Aunque el D’A Film Festival ya se ha acabado, no podemos dejar de hablar de algunas de las joyas que hemos visto en él. Este año el Premio de la crítica, que se ha concedido con la col·laboració de la ACCEC (Associació Catalana de la Crítica i l’Escriptura Cinematogràfica), ha recaído en Abou Leila, de Amin Sidi-Boumédine. Tras sus tres cortos Serial K. (2014), L’île (2012) y Demain, Alger? (2011), este es el debut en el largometraje del director francés de origen argelino.
Estamos en el año 1994, Argelia se ve asediada por atentados terroristas. Dos hombres emprenden una carrera a través del desierto en busca del Abou Leila del título, un famoso terrorista. Uno de ellos, S. parece tener una pista sobre su paradero. Son dos amigos de la infancia S. y Lofti. Viajan ligeros de equipaje, tienen lo necesario. El desierto les acoge, tranquilo pero amenazante en esta huida hacia delante. En este viaje al interior de los personajes. Porque en esta búsqueda hay mucho más que la intención de capturar a un terrorista peligroso. Es un viaje de autodescubrimiento para ambos. No solo para el frágil S. del que Lofti se preocupa tanto. Sino para el propio Lofti.
La carreta eterna, el paisaje desolado, el desierto silencioso y las paradas en este periplo nos van mostrando la realidad y la ficción, mientras ambas se van desdibujando para convertirse en una sola. ¿Quiénes son estos dos hombres? ¿Por qué buscan a Abou Leila? ¿Qué les impulsa en esta búsqueda sin retorno y a la desesperada? Detrás de este periplo hay mucho más. Hay un viaje a la mente de S., a su frágil mente que se va desmoronando poco a poco, pero también a la mente de Lofti que cree que controla la situación para ayudar a su amigo pero en el fondo se cuestiona su propia realidad y lo que ha acabado haciendo.
Abou Leila es mucho más que una road movie, es un drama psicológico de imágenes hechizantes e hipnóticas. Un drama que explora en profundidad la psicología de sus dos protagonistas, quitando capa a capa hasta descubrirnos sus secretos. El desierto es otro protagonista más de esta historia sobre la violencia y sus consecuencias. Sobre la fragilidad del ser humano. Sobre el miedo y como enfrentarte a él. Sobre mecanismos de autodefensa. Sobre la realidad y la ficción. Sobre las elecciones que hacemos en la vida. Ese desierto que esconde a Abou Leila pero que también acoge a S. y a Lofti en su destino final. Un desierto que a pesar de ser un espacio abierto e inmenso, a veces, parece tremendamente claustrofóbico.
Brillantemente interpretada por Slimane Benouari y Lyès Salem, Abou Leila es un sueño que se hace realidad, una realidad que se hace pesadilla, o ambas. Pero sobre todo es un relato de una amistad y las consecuencias que la violencia ha tenido en las personalidades de los dos protagonistas. Ambos se han enfrentado a ella pero de maneras totalmente diferentes.