Joana Biarnés. A contracorrent.
El Palau Robert de Barcelona acoge hasta el 2 de abril esta interesantísima exposición que recupera la obra de la primera fotoperiodista de nuestras tierras. Una colección de 90 fotografías que repasan una carrera profesional que fue siempre a contracorriente, como el título de la exposición. Joana Biarnés una pionera en una época en la que las mujeres como fotógrafas, y mucho más como fotoperiodistas, eran casi inexistentes y estaban incluso mal vistas. Pero gracias a su tesón y perseverancia, Biarnés logró hacerse un nombre en una profesión totalmente masculinizada donde era vista como un rara avis.
Las fotografías de la exposición pertenecen sobre todo a su época como fotoperiodista del diario “El Pueblo”, entre 1963 y 1973. Es interesante, incluso antes de ver las fotos, pararse a ver el vídeo que está al final de la exposición y que recorre la vida de Joana Biarnés con testimonios de la propia fotógrafa y de la gente que la conoce y vivió sus andaduras profesionales. Ayuda a poner en contexto su obra y los retos que como fotógrafa y como mujer tuvo que superar para realizarse profesionalmente. Su padre era fotógrafo y le inculcó el oficio, aunque ella nunca se imaginó siguiendo sus pasos, simplemente le ayudaba en el laboratorio. El día que cogió la cámara para sustituir a su padre, le cambió la vida.
En su obra hay de todo, desde fotografía deportiva, moda, reportaje social o retratos. Todo ello en una época en la que España era un país triste asolado por la dictadura franquista. A pesar de ello, Joana Biarnés consiguió durante bastantes años, lo impensable en aquella época. Desde colarse en el hotel de los Beatles en Barcelona y conseguir las fotos que todo el mundo buscaba, ayudar a Serrat en Madrid o irse de compras con Massiel para el traje que luciría en Eurovisión, ser fotógrafa oficial de Raphael, fotografiar a Dalí en pleno delirio pictórico, a la duquesa de Alba jugando con sus hijos o colarse en fiestas de la jet set. Lástima que cuando llegó la época de los paparazzis sus fotos directas y cercanas dejaron de interesar a una prensa que pasó a buscar solo la carnaza de la crónica rosa. Fue entonces cuando Biarnés se retiró de la fotografía y abrió un restaurante: Cana Joana en Ibiza. Para ella, hacer ese tipo de fotos no era fotografía.
Pero todas estas fotografías y retratos de famosos no son el gran trabajo de Biarnés, aunque lograba una cercanía a los personajes y una confianza que facilitaba capturar el momento. Su gran trabajo fue el de las terribles riadas en el Vallès en 1962. Unas fotografías que la marcaron de por vida y que fueron redescubriertas décadas después. Gracias a ella, se logró recuperar, por fortuna, su figura como fotografa y cronista visual de toda una época. No dejéis de visitarla.