DOCS BARCELONA. Festival Internacional de Cine Documental 2015. La lucha, a pesar de todo (I)
Desde la Grecia conformada por supervivientes de la crisis hasta los paraísos fiscales que almacenan billones de euros, desde los suburbios de Marsella hasta una granja biodinámica ubicada en Dinamarca, la decimoctava edición del Docs Barcelona realiza un amplio recorrido por el cine documental más reciente.
Durante toda una semana, los cines Aribau, el CCCB y el auditori de La Pedrera acogen master classes, proyecciones o coloquios con el público, entre otras actividades.
Podríamos considerar la expresión artística en todas sus vertientes (cinematográfica, literaria etc), como una suerte de termómetro que nos indica, entre otras cosas, cuáles son las principales preocupaciones de una sociedad. En un principio de siglo tan convulso como el que nos ocupa, las grietas en el sistema capitalista, las diferencias económicas y sociales, la creciente precariedad de la clase media y la corrupción en el gobierno son algunos de los temas más presentes, tanto en el día a día de los ciudadanos como en algunas muestras del cine documental que hace su recorrido por diversos festivales alrededor del mundo.
Por ello, este año, La lista de Falciani (Falciani’s Tax Bomb) ha sido la encargada de inaugurar el festival. Es esta la historia de Hervé Falciani, ingeniero de sistemas que hizo pública en el año 2009 la lista de cuentas bancarias de más de 130.000 evasores fiscales que escondían su dinero en el banco HSBC de Suiza. A partir de aquí, el conflicto de intereses, la corrupción y las irregularidades del sistema legal en numerosos países salen a la luz. Los bancos que ocultan el dinero de sus anónimos clientes se acogen al derecho a la privacidad. Nadie quiere tener la culpa y todos quieren tener el dinero. Las leyes en cada país varían y la burocracia ralentiza cualquier proceso. Evasiones fiscales que deberían ser castigadas duramente se toleran y permiten en la mayoría de lugares como un mal menor consensuado en silencio por aquellos que tienen el poder de decidir. Y de fondo, el escenario de la crisis. Un escenario en el que por desgracia, gran parte de los actores no interpretan ningún papel sino que sufren las consecuencias de un brutal liberalismo económico que no entiende de personas sino de rentabilidades, comisiones y fraudes con un amplio margen de beneficio.
Las revueltas, las manifestaciones, la gente que hace cola en los supermercados y protestan por el precio de la leche, entre otros alimentos. Es Grecia, pero podría ser España. La situación se nos antoja dolorosamente familiar. La crisis ha golpeado sin piedad a la clase media griega, los sueldos han caído hasta los 300€ mensuales y un café vale 3. La directora Elena Zervopoulou realiza en Greece: Days of Change, el retrato de tres supervivientes natos que encuentran el modo de luchar y oponerse al sistema impuesto. La organización y la autogestión se convierten en la única manera de evitar la opresión y explotación de las todopoderosas multinacionales. Prescindir de los intermediarios y esquivar de modo inteligente un sistema perverso que encarece de manera desorbitada los precios de los alimentos. Empezar desde abajo a boicotear una estructura que sólo funciona para enriquecer a unos pocos. Ver, a pesar de todos los obstáculos, una luz, casi imperceptible pero presente, al final de ese interminable túnel llamado crisis.
Pero, ¿qué sucedería si hubiese alguien en el mundo capaz de prever a la perfección la evolución de la economía mundial? Martin Armstrong desarrolló en los años 80 un modelo de predicción basado en el número pi. Un sistema que indica que habrá un colapso en la economía mundial a finales del año 2015. ¿Qué pasará cuando el mundo no sea capaz de asumir su propia deuda?
Armstrong fue encarcelado durante más de siete años, acusado de estafa piramidal. Una manera como cualquier otra de extorsionar a alguien para conseguir una información tremendamente valiosa. El visionario. El hombre que predecía la economía mundial (The Forecaster), documental dirigido por Marcus Vetter, describe la historia de Armstrong y los intereses creados por los distintos bandos alrededor de dicho modelo de predicción. Controlar la economía, controlar el sistema, controlar las guerras, controlar el mundo, ¿alguien da más?
Y aunque la crisis económica parece erigirse como el tema principal en esta edición del Docs Barcelona, las historias más personales también tienen cabida. Porque como todos sabemos, lo personal también es político. Y no es un cliché, sino un hecho. No es un lugar común sino una aseveración demostrable.
Dos historias, la de Niels Stockholm y la de Yvan Sorel. Good Things Await y Spartans. Un granjero biodinámico y el fundador de un club de artes marciales. Los campos de cultivo en Dinamarca y los suburbios de Marsella. El empeño de un anciano de 70 años en utilizar métodos de cultivo tradicionales y el de un joven de menos de 30 en tener su propio gimnasio para poder entrenar a jóvenes en peligro de exclusión social. Dos personas que emprenden sendas batallas por lograr sus respectivos propósitos, que luchan contra las adversas circunstancias (las leyes que dificultan el cultivo biodinámico, la falta de recursos para conseguir un lugar en que establecer el club de artes marciales) y que perseveran en su empeño. ¿Será la lucha la capacidad inherente de todos los protagonistas de estos primeros días del Docs Barcelona? Probablemente sí.