Cruïlla Barcelona 2015
El Cruïlla empezaba esta año el jueves con un concierto sorpresa de Asian Dub Foundation para todos aquellos que tuvieran su entrada o abono. Un calentamiento para lo que nos iba a brindar en las tres jornadas del festival. Uno de esos eventos del verano de Barcelona que se esperan con ganas. Un festival divertido, ecléctico, relajado y para disfrutar tranquilamente. Cada uno se puede hacer su itinerario en función de sus gustos musicales y probar desde soul, reggae, rock, hip hop y muchas opciones musicales más.
Viernes
La sorprendente e innovadora propuesta de los mexicanos Troker abrió el festival el viernes. A primera hora y con un sol de justicia, pocos eran los que se atrevían a acercarse delante del escenario a causa del calor. Aún así, interesante grupo a tener en cuenta.
El afro funk de Osibisa consiguió que el calor no amilanase al público y su concierto fue la primera gran fiesta del Cruïlla. Ritmos africanos maridados con el funk más rítmico y los sonidos caribeños consiguen hacerte bailar sin parar. Este cruce de ritmos fundado en 1969 por cuatro africanos y tres caribeños sigue manteniendo su pulso vital. Por algunos no pasa el tiempo. Y su energía se desplegó en el Cruïlla, aunque se hubiera agradecido una hora con menos sol para no morir deshidratados de tanto bailar.
Foto Pere Masramon
Ferran Palau sufría mientras los ritmos desenfrenados de Osibisa, como el mismo comentaba “los colegas africanos nos están crujiendo”. Una de las penas del festival, la mala sonorización del escenario Lounge que sufrieron Ferran y la mayoría de grupos que tocaron en él. Cosas así no deberían pasar en un festival. El cruce de sonidos de varios escenarios confluían allí haciendo casi imposible disfrutar de las canciones tranquilas y exquisitas de Ferran Palau. Hasta que no finalizó el concierto de Osibisa. Inasequible al desaliento, tanto Palau como su banda formada por Joan Pons de El Petit de Cal Eril y Jordi Matas y Adriano Galante de Seward, dieron el 100% tocando temas de su espectacular segundo disco, Santa Ferida.
Foto Pere Masramon
Justo después saltaba al escenario principal Jaime Cullum, uno de los grandes nombres del festival. Sus conciertos son puro espectáculo y diversión, sorprende que el propio Cullum afirme que solo son una banda de jazz, cuando su propuesta está más cercana al pop sobre todo durante sus directos. Pero la verdad que el cantante es una máquina de los escenarios y sus conciertos se convierten en fiestas explosivas en los que se sube al piano y salta con energía incansable.
Foto Pere Masramon
Of Monsters and Men empezaron tocando tarde, su bajista se había puesto enfermo así que tuvieron que tirar de suplente de última hora haciendo su actuación mucho más corta. Otro de esos grupos de anuncio que hacen folk para masas, que diferencia con la incendiaria propuesta de Vintage Trouble, sin duda el concierto de la noche. Llegar, ver y vencer que dice el dicho. Estos cuatro californianos nos hicieron bailar hasta desfallecer con su potente mezcla de rock y soul. Elegantes sobre el escenario pero con una garra interior abrumadora, riff explosivos de guitarra, ritmos desenfrenados y un cantante al que el escenario se le queda pequeño. A sus pies. No dudó en tirarse al público y surfear gracias a las manos de los asistentes. Decir que la temperatura subió enteros sería quedarse corto, estos cuatro músicos son dinamita pura. El mejor concierto del festival. Sin duda. Al ver a los incontestables Vintage Trouble dar el concierto del festival, solo pudimos asistir a algunas de las canciones de un Kendrik Lamar pletórico, un genio del hip hop al que hay que tener muy en cuenta.
Seward sufrieron también el mal del escenario Lounge con cruce de sonoridades varias durante su actuación. Los barceloneses a pesar de todo hicieron todo el ruido que pudieron y más. Seward es uno de esos grupos sorprendentes, frescos, inesperados y extasiantes que todo amante de la música espera toda su vida. Por propuestas así merece la pena seguir buceando en la escena musical contra viento y marea. Cuatro músicos excelentes, altamente dotados como músicos e intérpretes, sus conciertos siempre son una experiencia única. A pesar de todo. Lástima que el lugar no era el adecuado.
Toundra hipnotiza. Sus directos son atronadores, contundentes y extásicos. Los madrileños te envuelven con su música, tienes que dejarte llevar por la potencia de su sonido como un huracán que te atrapa en medio de una ola de destrucción. Impresionantes en directo. Imposible no dejarse atrapar.
Sábado
El sábado se presentaba prometedor. Algunos nombres grandes actuaban y los esperábamos con ansia. La primera sorpresa fue la desconocida en nuestras tierras Emeli Sandé. La inglesa tiene un potente voz mezcla de soul y pop. Algunas de sus voces admiradas son Nina Simone, Joni Mitchell o la misma Lauryn Hill. Esta última tendría mucho que aprender de Sandé de lo que es estar sobre un escenario, pero a eso ya llegaremos. Emeli es una voz potente a tener en cuenta, con un espectáculo sólido y digno. Anoten este nombre, dará mucho de que hablar.
Foto Xavi Torrent
Justo antes de ella tocaban Milky Chance, uno de esos grupos que se hacen famosos gracias a un anuncio. No hay mucho más que decir. Otra de las grandes sorpresas del festival también fueron unos desconocidos por aquí, los holandeses Birth of Joy. Después de un accidentado viaje para llegar a Barcelona, se subieron directos des del aeropuerto y volvieron loco al personal presente en el escenario Radio 3. Con la psicodelia por bandera, este trío impresionante se mueve en terrenos stoner para ofrecer una descarga sónica potente directa a la yugular. El Cruïlla ardió con su explosivo directo versión de The Doors incluida del “Five to One”. Nos dejaron sin aliento y esperamos que vuelvan pronto a una sala. El único pero fue que nos perdimos el concierto del gran Aloe Blacc casi entero, pero mereció la pena. Al fin y al cabo, Blacc ya nos había visitado anteriormente. Mientras roqueábamos con Birth of Joy en el escenario Pay Pal, Blacc y los suyos hacían bailar al público al ritmo de su soul elegante.
El nombre grande del día era Ms. Lauryn Hill que haciendo gala de su miseducation dio un espectáculo bochornoso de lo que no debe ser una figura de la música como ella. Echando bronca por el mal sonido a diestro y siniestro a todos sus músicos durante el concierto cuando no se dignó a presentarse a la prueba de sonido, que hicieron solos los músicos de su banda. Quizás podría habernos ahorrado el numerito de estrella si se hubiera presentado a la prueba de sonido. Se la notó incómoda en todo momento. Pero más incómodos estuvimos nosotros durante los 40 minutos de retraso que nos tuvo esperando. No sirvió de nada que nos pusiera a su marido pinchando temas de Bob Marley, su cuñado tocaba en el escenario adyacente siguiendo el legado de su padre. A pesar de los abucheos del público, el dj estuvo media hora de reloj sobre el escenario cuando lo que queríamos ver era a la señorita Hill, aunque visto el resultado quizás que se hubiera quedado en su casa.
Los ingleses Archive dieron un concierto potente y oscuro, ayudados por proyecciones. Sus inicios los enlazaban con grupos como Massive Attack y el trip-hop aunque ahora su propuesta se ha endurecido incorporando toques de rock progresivo. Recuperándonos un poco del mal trago que pasamos gracias a Ms. Hill.
Lo que no decepcionó para nada fue la actuación de F.F.S. Los galeses Franz Ferdinand se han unido al duo californiano Sparks para traernos uno de los directos más divertidos y bailables del festival. Poder bailar al ritmo de esta formación fue todo un regalo caído del cielo. El Cruïlla se hizo una fiesta completa en el que el ritmo invadió nuestros cuerpos hasta desfallecer. En una de esas alianzas de las que saltan chispas, ambos grupos se han fusionado a la perfección, más teniendo en cuenta que Franz Ferdinand admiran al duo formado por los hermanos Ron y Russell Mael. Respeto mútuo, diversión y saber estar sobre el escenario. Sonaron temas de su disco conjunto pero también de ambas formaciones por separado. Personalidad apabullante la de Sparks que colisiona para echar chispas con la de los miembros de Franz Ferdinand. Ron Mael es un maestro. Su actitud impasible nos dejó rotos cuando en una de las canciones se arrancó a bailar. El Cruïlla cayó rendido a sus pies. Grandes.
Foto Xavi Torrent
Domingo
Último día, más calmado y tranquilo, menos afluencia de público pero el domingo ya se sabe. Con un claro protagonista Asaf Avidan y su banda que cerraban el Cruïlla hasta las propuestas del año que viene. Otra edición que volveremos a disfrutar en ese ambiente distendido y agradable que tanto caracteriza al festival.