¿Disfrutando de la Mercè y el BAM? La música nos salva.

Primero lo malo. Todos los años miro el cartel del BAM y veo unos cuantos nombres interesantes a los que iría con gusto a ver. Y reconozco que cada año también me da más pereza acercarme a los conciertos de la fiestas de la Mercè. La razón, a la mayoría de la gente le importa una mierda la música y va a emborracharse, socializarse, pasárselo bien y hablar sin parar. Si vas a disfrutar de un concierto estás vendido. Entiendo que son fiestas, que son conciertos gratis y la gente va a divertirse. Pero no entiendo que la gente en primera fila se pasara la mayor parte de los conciertos hablando, que los lateros pasaran a tu lado una y mil veces empujándote si hacía falta, además. seguramente te robarán o intentarán robarte la cartera (el sábado le pasó a una chica en la Plaça del Àngels), la policía brillará por su ausencia y encima acabarás la noche en mitad de una mini batalla campal entre unos cuantos gilipollas lanzándose botellas de cristal unos a otros durante la última canción del concierto de Vetiver. La policía seguirá brillando por su ausencia. Eso es la Mercè, señoras y señores. Se te quitan las ganas de volver. La música es lo único que inclina la balanza.
Porque la selección del BAM es buena y este año nos trae algunas joyas. Se hace difícil no sucumbir a los encantos de determinados conciertos, molestias a parte. A la seductora Yasmine Hamdan la vimos en el pasado Primavera Sound pero también os sonará seguramente de Only Lovers Left Alive, la fabulosa película vampírica de Jim Jamursch. En su concierto en el BAM interpretó precisamente “Hal”, el tema que canta en la película. Su propuesta mezcla los sonidos árabes con el indie y el pop rock más hipnótico. La libanesa sabe moverse como una pantera sobre el escenario y cautivar a su público y lo hace acompañada de una banda potente guitarra, batería y teclados, que la envuelve sonoramente. Impresionante directo.
Lo de Núria Graham es de escándalo. Es demasiado buena para ser verdad. La habíamos visto este verano tocando en el Vida Festival en solitario, pero con banda su potencia sonora se multiplica por mil. Tres músicos que saben lo que tocan y como lo tocan, con maestría. Se atrevieron incluso con una versión del popero “Toxic” de Britney Spears, totalmente deconstruida y mejorada, evidentemente. Una de las propuestas musicales más interesantes que han salido de nuestras tierras últimamente. Esperamos seguir oyendo buena música de ella.
Ryley Walker era la verdadera razón por la que me atreví a acercarme a las fiestas de la Mercè. Mereció la pena, musicalmente hablando. Podría haberlo visto tranquilamente hace unos días en Holanda en el Take Root, pero coincidía con el concierto de David Corley, un maestro al que deberíais escuchar si o si. Así que aprovechando que Walker venía a mi ciudad, no me lo podía perder. La única pega es que fue un concierto corto. Es lo que tienen los festivales. El de Illinois parece salido de la mejor tradición folk inglesa, tocando con su guitarra acústica y creando sonoridades perfectas. Walker sabe rodearse de músicos con talento. Su directo es cautivador y lleno de energía. La lástima es no poder disfrutarlo en las condiciones necesarias, sin todo el público hablando durante el concierto. Canciones que progresan hasta explotar y envolverte y un músico prodigioso que esperemos volver a ver pronto en una sala, como se merece.
Los jovencísimos Lady Lamb sorprendieron en su directo, detrás de este nombre se esconde Aly Spaltro. Llena de fuerza, fue mejorando su actuación por momentos. Al principio, su voz le jugó alguna mala pasada, pero fue cogiendo seguridad y fortaleciéndose a medida que las canciones sonaban. Potente trío en directo, visceral. Tomamos nota.
Vetiver cerraban la noche en los conciertos entre Plaça Joan Coromines y Plaça dels Àngels. Aunque empezaron con fuerza, los temas de su último disco no parecían acompañar y los de Andy Cabic sonaron algo desangelados. Aunque nos hicieron bailar, el sonido tampoco acompañó, la verdad. Una lástima. Salir del concierto y presenciar una batalla campal no es el mejor recuerdo que uno se puede llevar de un sábado lleno de música y de fiesta. No debería ser así. Pero prefiero quedarme con lo bueno, con los grandes conciertos que vimos. La música siempre, por encima de todo.
Los conciertos del BAM siguen. Podéis consultar el resto de programación del BAM aquí.