Un millón de años, de David Sánchez
El nombre de David Sánchez (Madrid, 1977) está profundamente arraigado en el mundo del cómic. Su primera novela gráfica, Tú me has matado (Astiberri, 2010), le valió el premio al autor revelación en el Salón Internacional del Cómic de Barcelona. Su siguiente obra, No cambies nunca (Astiberri, 2012), fue nominada a mejor obra de autor español en el mismo salón. También es el responsable de Videojuegos (Astiberri, 2012) y de La muerte en los ojos (¡Caramba!, 2012).
Estos días hemos estado sumergidos en Un millón de años (Astiberri, 2017), un viaje que emprendes sin querer y que te lleva a lugares donde el horror se mezcla con lo divino.
Estamos ante una obra que sigue el estilo habitual del autor, con una paleta de color con tonos tenues y una composición de página sencilla, pero con unos escenarios y unas tramas de lo más inquietantes.
Un millón de años de David Sánchez podría ser un sueño de Borges filmado por Buñuel. En mi delirio, le añadiría como banda sonora a una banda de doom interpretando el Stabat Mater de Pergolesi.
Es una novela gráfica seductora a la vez que perturbadora. Como una herida abierta que uno no puede dejar de observar.
Con un universo absolutamente único, y con un lenguaje fascinantemente abstracto, David Muñoz nos habla de la humanidad y de la relación con lo divino. Una relación tan problemática como implacable. Se interpretan símbolos, se siguen designios divinos, se vive la humanidad con unas reglas estrictas y peligrosas. Hay solemnidad, hay violencia.
En definitiva, una obra simbólica y enigmática, que supone un paseo por el lado más bestia de la religión.
“Una pastilla de cianuro con colores pastel. Se lee en un segundo. No se olvida jamás”.
-Álex de la Iglesia