Todo lo que siempre quise saber sobre cine lo aprendí de El Vengador Tóxico
Decir Lloyd Kaufman es decir Troma, de la que han salido clásicos del cine de bajo presupuesto como Sgt. Kabukiman NYPD, Tromeo & Juliet y por supuesto, su más carismático personaje, El Vengador Tóxico. Kaufman creó en 1974 la mítica productora Troma Entertainment junto a su compañero de fatigas, Michael Herz, ese que ha tenido que sufrirlo en silencio durante años. Herz es el hombre en la sombra, la otra mitad de Troma y sin él que la productora no existiría. Pero es Kaufman quién se ha erigido en cara y voz de la misma. Por eso, no es de extrañar que la presencia de Herz no sea tan copiosa, prefiere mantenerse en la oscuridad. Aunque claro, dile a Kaufman que no quieres salir en un libro y te hará el protagonista principal.
Todo lo que siempre quise saber sobre cine lo aprendí de El Vengador Tóxico empezó como un libro para ayudar a jóvenes directores en sus primeros proyectos. ¿Y cómo conseguirlo? Contando la experiencia Troma desde sus primeros momentos, antes incluso de que existiera Troma. Pero es meter a Lloyd Kaufman en la ecuación y nada acaba siendo como uno esperaba, salvo por las risas, esa si te las esperas y no sales defraudado. Tyrannosaurus Books edita en nuestro país este clásico del cine en el que el fundador de Troma nos cuenta sus aventuras para crear la productora y sus años de supervivencia haciendo un cine loco, tremebundo y demencial. Con James Gunn como ayudante, para organizar el descontrol bizarro de Kaufman y con prólogo de Roger Corman, además.
Cada página del libro es un chiste, un gag, un momento desternillante, una afirmación clara de que Lloyd Kaufman es un maestro de la comedia, la más alocada y desvergonzada desde luego, pero un maestro al fin y al cabo. Y lo que empezaba como un manual de cine se convierte en unas memorias divertidas y desternillantes en las que vamos descubriendo y sumergiéndonos en el mundo Troma con uno de sus grandes protagonistas. Un libro en el que descubrimos al Kaufman más cómico, más él mismo. Pero no sólo de anécdotas vive el hombre y este libro nos permite, más allá de las bromas vislumbrar como querer es poder y como cuando uno quiere algo y le pone empeño, lo consigue. Y lo consigue por algo que tan sencillo como mantenerse fiel a uno mismo. Algo que Lloyd Kaufman ha conseguido de sobras. Con este libro quizás no aprendas a dirigir ni el vídeo de boda de tu primo pero unas risas te vas a echar seguro descubriendo el mundo alocado y desvergonzado de Lloyd Kaufman. Garantía Troma.