Tim Easton. Living Room Concert.
No importa las veces que lo veamos, Tim Easton siempre nos sorprende. Con su maestría y sus canciones, con su sentido del humor y con sus historias cantadas y narradas. Es por eso que verlo en el salón de una casa, con la acústica, en la intimidad que un concierto así proporciona era todo un lujo por el que estar agradecidos. Fuimos afortunados, todos y cada uno de los que estuvimos allí. Llegaba cansado, en tren desde San Sebastián, donde tocó para los amigos del Club 44 y disfrutaba de las maravillas culinarias de la ciudad. Un autobús lo esperaba unas horas después para ir a Gijón, el último destino de su gira por nuestras tierras antes de partir rumbo a Lisboa y después a casa. No importó el cansancio, apenas se notó.
Desde su inicial homenaje al guitarrista de blues Elmore James, Easton nos atrapó. “Elmore James” se incluye en su último disco Paco & the Melodic Polaroids, un álbum dedicado a Paco, su guitarra, la que le acompaña desde 1985 y que ha grabado directamente sobre vinilo como hacían los bluesmen como el propio James. Narrador de historias, cantante pero también una especie de vagabundo musical, de un lado a otro del mundo con su guitarra siempre a cuestas. Estuvo subsistiendo en las calles de Barcelona hace ya muchos años, ganándose el pan con su guitarra. Una ciudad a la que tiene especial cariño. Se lamentaba de no poder estar más que ocho horas en ella. Pero valieron la pena las pocas horas. Al menos para los que fuimos testigo de su actuación. Se nota que Easton sabe lo que hace, toca la guitarra con maestría, canta con emoción y transmite que es de lo que se trata. De transmitir emociones. Sus canciones son narraciones, historias y él es un trobador moderno que nos encandila con ellas. Cada canción tiene su historia desde esa pareja peleándose que le inspiró “Don’t Lie”, hasta aquella “Jesus Protect Me” que su madre le dijo que no cantara sobre un hombre que le dijo que ardería en el infierno, a las botas de su madre que su hija se pone en la divertida “Mama’s Boots” o una sentida “Poor Poor LA”. Incluso escuchamos un “Baltimore to Washington” del maestro Guthrie.
Un verdadero lujo poder disfrutar de Tim Easton en concierto así, tan intimistas, en los que disfrutas de la música pero también del músico mismo, pudiendo conversar con él tranquilamente. Prometió volver el año que viene. Estaremos esperándole.
Estoy escuchando con atención los 3 cd’s que me dejo mi concert frien d Jeremiha Johnson i realmente he disfrutado, + esa maravilla de Concert Room !!! Amigo para siempre Tim !!! See you in Alaska