Talismanes y cartones, o el expresionismo salvaje de Blanca Haddad

Imagen de las obras pictóricas de la artista Blanca Haddad

TALISMANES Y CARTONES
Máscaras, rituales y alquimia
Blanca Haddad

Ayer estuvimos en la galería La Plataforma (C/Pujades 99, Barcelona) para presenciar la inauguración de la nueva exposición de la artista venezolana Blanca Haddad. La exposición, titulada Talismanes y cartones, ha sido comisariada por Amalia Caputo y recoge una importante selección del corpus de la artista, en especial sus pinturas sobre cajas de cartón.

La obra de Blanca Haddad golpea desde el primer momento. Lo suyo es un expresionismo salvaje, directo y visceral. Como si en un alocado túnel del tiempo, Jean Michel Basquiat se hubiera llevado al colectivo Die Brücke a ver el primer concierto de los Ramones en el CBGB.

Imagen de un cuadro de la artista Blanca Haddad

Las pinturas de Blanca Haddad se caracterizan por su fuerza. Su trazo es intenso y decidido, y transmite una mirada rabiosa a la par que poética del mundo en el que vive. Casi todas estas obras se caracterizan por sus figuras centrales, que pueden recordar a seres mitológicos, a pitonisas o a cantantes de punk. Y acompañando a esas figuras hay un rico repertorio de iconos, como cruces y calaveras. Y ojos, muchos ojos.

Pienso en estas obras como en efigies de deidades que no existen, que nos transportan a un plano real e irreal a la vez donde todo lo que nos rodea es vibrante, auténtico y bello.

Me gusta mucho que Blanca reivindique el uso de un soporte como la caja de cartón, que se aleja del refinamiento de las bellas artes y nos invita a centrarnos en lo que es importante: la contundencia de la obra. Además, la información visual de las cajas dialoga con su obra, como la coexistencia entre el humano y el mundo que lo rodea.

Además de la obra sobre cajas de cartón, en Talismanes y cartones también encontraréis obra reciente sobre lienzo y papel, en las que prescinde del color y se centra en la potencia del trazo en blanco y negro.

Ayer, además de ver su obra, tuvimos la ocasión de presenciar un pequeño recital poético, ya que Blanca Haddad es poeta además de pintora. Su poesía es tan directa y vital como su obra pictórica. Os recomiendo su libro Me volví mala (En Su Tinta, 2016) o el libro autoeditado Poemas-Poems (Blanca Haddad, 2018).

Podéis ver la exposición Talismanes y cartones en la galería La Plataforma hasta el 3 de diciembre. ¡No os la perdáis!

Sería difícil permanecer neutral ante la obra y vida de Blanca Haddad, ambas intensas y provocadoras, inconformistas, ruidosas y conmovedoras. Ambas cautivan al enunciar aspectos relevantes e inquietantes de la condición humana desde lo más salvaje, visceral hasta lo más vulnerable y tierno. En sus pinturas -como en sus poemas- nos habla del amor, de la angustia, del deseo, del cuerpo, de la rabia, del ser mujer, de la animalidad, la sexualidad, del ser migrante, sobre las complejidades de la psique y de aquello inasible que somos. Haddad se representa y representa a la mujer como un ser-animal fuerte, potente, vulnerable y condicionado por el sentir-pensar, así como también entiende que las claves para comprender la opresión y las resistencias están en las relaciones mismas y la urgencia por una vida mejor, con fortaleza, confianza, fe, coraje, a la vez que operan desde la irreverencia, la ironía y el humor.
-Amalia Caputo

Imagen de un cuadro de la artista Blanca Haddad

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