La espera de Keum Suk Gendry-Kim

Ya os hablé hace un tiempo de uno de las mejores novelas gráficas que he leído, Hierba de Keum Suk Gendry-Kim (lo podéis leer aquí). Ahora, la autora surcoreana afincada en Francia, publica La espera, su nueva obra. Con la misma sensibilidad y maestría, Keum Suk Gendry-Kim consigue en La espera mostrarnos de nuevo otro de los terribles momentos de la historia de Corea y lo hace también, desde la sensibilidad, desde lo cotidiano, des de las historias pequeñas y desde las personas. En esta ocasión, además, se ha inspirado en la historia de su propia madre y de algunas personas que conocía y a las que entrevistó para documentarse.

Páginas de la novela gráfica La espera de Keum Suk Gendry-Kim

Las obras de Keum Suk Gendry-Kim son una labor de amor, pero también un esfuerzo, un trabajo constante de documentación y de dar a conocer estas pequeñas-grandes historias. Si en Hierba nos contaba la terrible historia de las mujeres de consuelo, en La espera no narra la separación que miles de familias coreanas sufrieron con la guerra civil y posterior división del país. Miles de personas que nunca más han sabido de sus hijos, hijas, hermanas, madres o padres,…

Páginas de la novela gráfica La espera de Keum Suk Gendry-Kim

Gwija es una mujer de 92 años que vive en Corea del Sur. A su hijo mayor y su marido los perdió de vista en una columna de refugiados, huyendo de la guerra en el norte del país. Hace décadas que no sabe nada de ellos. Seguramente siguen en Corea del Norte. La Cruz Roja organiza encuentros de familiares, son puntuales y escasos, pero una amiga suya ha participado en ellos. Gwija quiere también participar, no pierde la esperanza de poder reencontrarse algún día. Todo esto no los cuenta su hija, una escritora autónoma que intenta ganarse como puede la vida. Ella es la que nos narra su historia, su vida y todo lo que ha tenido que sobrellevar.

Páginas de la novela gráfica La espera de Keum Suk Gendry-Kim

Keum Suk Gendry-Kim ha querido dar protagonismo a su propia madre, el personaje de Gwija está inspirado en ella. Su madre se separó de su hermana durante la guerra y nunca más ha vuelto a verla. Ella nunca pierde la esperanza de volver a verla.

El dibujo de la autora, como siempre, en blanco y negro, se funde con el paisaje, con las historias. Con un simple trazo revela mucho más que unas cuantas líneas de texto. La autora nos desvela gran parte de la historia de su país, muchas veces totalmente desconocidas para el resto del mundo. Historias que se han de explicar.

De todo esto nos habló en la presentación de La espera que hizo en la Biblioteca Ignasi Iglesias- Can Fabra de Sant Andreu, que está especializada en cómic y presentada por la periodista Montse Virgili. Un placer escucharla en persona contarnos cómo es su proceso creativo y cómo nacen las historias de sus cómics.

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