Kanaga y Formiguera, dos épocas, dos miradas fotográficas

Este mes hemos visitado dos exposiciones de fotografía muy interesantes, de estilos y épocas radicalmente distintos, que pueden verse ahora mismo en Barcelona. Si no sabes qué hacer este fin de semana, aquí te proponemos un doblete en blanco y negro.

Por un lado está la exposición Copsar l’esperit dedicada a la obra de Consuelo Kanaga, que puedes ver en el KBr hasta el 12 de mayo.

Consuelo Kanaga (1894-1976) fue una fotógrafa estadounidense que se entregó al propósito de capturar conflictos sociales de su época como la segregación racial, las desigualdades sociales, las luchas por los derechos de los trabajadores o la pobreza de las ciudades.

Nació en una ciudad portuaria de Oregon, pero cuando tenía 17 años su familia se mudó a California. Allí Kanaga encontró trabajo como reportera para el San Francisco Chronicle, acompañando los textos con sus propias fotografías. Allí descubrió la revista Camera Work de Alfred Stieglitz y conoció a Dorothea Lange, que la animó a convertirse en fotógrafa profesional. En 1922 se mudó a Nueva York para trabajar como fotoperiodista para el periódico New York American. Allí conoció a Alfred Stieglitz, que trabajó con ella para ayudarla a transformar su producción fotoperiodística en una fotografía más artística.

Esta exposición se basa en la colección del Brooklyn Museum, que ha custodiado su archivo, con unas 180 fotografías (mayormente copias de época). La exposición incluye alguna de las imágenes más icónicas de Consuelo Kanaga, haciendo especial hincapié en el papel de la fotografía en la representación del mundo afroamericano. También me parecieron muy interesantes sus imágenes de viajes, haciendo retratos alejándose del exotismo y tratando de establecer una relación de intimidad y cercanía con la persona retratada.

La segunda exposición es Donación Pere Formiguera. La pulsión creativa, que se puede ver en el MNAC hasta el 30 de junio.

El barcelonés Pere Formiguera (1952-2013), licenciado en Historia del Arte, perteneció a una generación de artistas que adoptaron la fotografía como medio artístico. Fue miembro fundador del grupo artístico-fotográfico Alabern, entre cuyos miembros destacaba la presencia de Joan Fontcuberta, con quien colaboró en la magnífica serie Fauna secreta.

Esta exposición se basa en el fondo de Pere Formiguera, cedido al MNAC por su familia en el 2016. Se presenta una selección de sus obras. Permite descubrir series como Cronos o Ulls Clucs, así como sus obras más experimentales de los años ochenta, como las series Polaroids o Pixies.

Me gustó especialmente Pixies, una serie dedicada a las hadas de los bosques de la tradición inglesa. Es una serie íntima que se adentra en un mundo surrealista abordando procesos experimentales. También son muy interesantes sus líneas de trabajo de fotografías intervenidas, tanto manipulando las Polaroids como rayando pictóricamente las imágenes.

En general es una colección muy evocadora, con una pequeña selección de obras de cada serie, que invita a profundizar en la obra de este prolífico artista.

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