El guardián invisible, misterio en el Batzan
Después de leer a Petros Márkaris y su comisario Jaritos, me vuelvo hacía tierras navarresas con la segunda novela de Dolores Redondo, El Guardián Invisible, primera de su trilogía del Batzan. La novela está ambientada en Elizondo, población navarresa por donde discurre el río Batzan y en la que se suceden una serie de asesinatos de adolescentes. Parece ser que un asesino en serie ronda por la región y la inspectora de homicidios de la Policía Foral Amaia Salazar será la encargada de dirigir la investigación. Las jóvenes aparecen desnudas y colocadas de forma siniestra como si de un ritual se tratase. La inspectora Salazar tendrá que volver a sus tierras, de las que se alejó hace mucho tiempo, para esclarecer estos macabros asesinatos.
El Batzán es un entorno mágico, o al menos así nos lo describe Dolores Redondo y es ese entorno el que posibilita que la investigación se entrelace con los elementos de la tradición de la zona. Desde los guardabosques que aseguran que el asesino es un basajuan, una criatura mitológica, hasta las tradiciones culinarias, el pasado familiar o el presente turbio de algunos de sus protagonista. Porque la inspectora Salazar tendrá que enfrentarse no sólo a un asesino en serie que campa a sus anchas por su tierra natal, sino a los celos profesionales que como mujer provoca, a su pasado que la marcó para siempre, a sus relaciones con sus hermanas y los habitantes de Elizondo. Toda una telaraña que se va tejiendo alrededor de la trama y que te atrapa sin remedio.
Y como un invitado especial, el miedo, miedo que sobrevuela sobre la protagonista, miedo que atenaza y miedo a que el miedo te enganche y no te suelte. Un terror que la asalta por las noches mientras duerme pero también mientras investiga, mientras se relaciona con los suyos, un miedo del que quiere protegerse pero no puede.
Salazar tiene dos hermanas, Flora y Ros, enfrentadas y totalmente diferentes a ella, parece una familia disfuncional, una familia que esconde un pasado que les pesa como una losa, pero del que nadie quiere hablar. La presencia de la tía Engraci, pilar familiar con un don peculiar también marcará a la protagonista. Pero ese pasado llamará a la puerta de nuestra protagonista y no lo hará suavemente, no, sino a golpes desenfrenados. Un pasado que llegará como una inundación y que desestabilizará tanto a la protagonista como la investigación que realiza. No quiero contar demasiado para no desvelar nada de la trama pero hay algún elemento oscuro la mar de atractivo en la misma, hay que leerla para engancharse.
Reconozco que a veces me chirriaba un poco el contacto con el FBI, parece que los necesitamos hasta para atarnos los zapatos, pero al final todo cuadra. La inspectora Salazar estudió una temporada en la archifamosa Quantico. Pero ha introducido un elemento relacionado con Nueva Orleans que espero que desarrolle en los dos próximos libros de la serie. Porque hay más, el nuevo libro de la trilogía se publicará el 19 de noviembre y en parece que se va a rodar una adaptación cinematográfica de El Guardián Invisible. Estoy deseando saber como continúan las investigaciones de la inspectora Salazar y descubrir los secretos ocultos que envuelven al Batzan. Todo un misterio en casa. Dan ganas de darse un paseo por allí. ¿Os apuntáis?
[…] Ya os hablé de su excelente inicio El guardián invisible en un post anterior que podéis leer aquí. En esta continuación Redondo riza el rizo y pasa de la tensión al miedo directamente. […]