Caída de las nubes. Violaine Bérot.
La editorial las afueras continúa publicando los libros de la francesa Violaine Bérot tras el éxito de la impresionante y breve Como bestias. Del que ya os hablé aquí. Ahora vuelven con un libro, que en realidad publicó mucho antes que Como Bestias, Caída de las nubes. De nuevo un relato polifónico. Aunque esto es pura casualidad. De todas las novelas que ha escrito, estas son las dos únicas polifónicas, pero ha coincidido que sean las dos primeras que ha traducido y publicado las afueras.

En Caída de las nubes conocemos la historia de Marion, ella y su pareja Baptiste viven tranquilos y felices en su casita a las afueras de un pueblo de montaña. Marion cuida a sus cabras con amor hasta que una noche de invierno, de esas antológicas con la nieve cayendo y un frío desesperado, da a luz en el baño de su casa sin saber que está embarazada. A esto se le llama embarazo críptico. Algo que descubrí en la presentación en Barcelona en La Central de Mallorca, donde pudimos contar con la presencia de la autora y de sus dos traductores: Pablo Martín Sánchez y su madre Concha Sánchez Santos.
El relato se narra a través de siete testimonios: la propia Marion y otras seis personas más de su entorno. Siete puntos de vista diferentes de una historia que golpea a todos los que la viven en ese pequeño pueblo de montaña donde no pasa nunca nada. O eso al menos parece. Cada capítulo es un puzzle que nos invita a reconstruir esta historia paso a paso.
Violaine Bérot nos vuelve a regalar un relato crudo y directo. Breve, como su anterior libro, en el que necesita poco para ambientar esta historia sorprendente que habla del instinto maternal y lo que significa ser madre, de cómo afecta a las personas que viven un hecho traumático como este y de cómo enfrentarse a ello.
En la presentación además nos contaron algo que ya señala la primera página del libro. Caída de las nubes se puede leer de dos maneras. Desde la primera página hasta el final o empezando desde el capítulo cinco y siguiendo el orden que indica la autora al final de cada capítulo. Los traductores también nos contaron que fue durante la pandemia que se animaron a traducir a cuatro manos esta novela que Pablo ya conocía porque había coincidido con Violaine en una residencia literaria. Se habían hecho amigos y Violaine había querido que cuando se publicasen sus libros en castellano, fuera él que los tradujese.
Como os decía, durante la pandemia y encerrados Pablo y Concha, su madre, se dividieron los siete personajes del libro, tres y tres y un séptimo que tradujeron juntos. Un ejercicio que nos contaron en una presentación divertida y muy interesante donde conocidos de primera mano cómo se inspira Violaine Bérot, cómo escriba, cuáles son sus inquietudes y cómo nacen sus ideas. Es de agradecer también que Bérot destaque el trabajo de los traductores, que siempre exige que estén citados en la portada de sus libros. Os invito a leer este libro breve, pero fascinante que no os durará ni un suspiro. Os lo aseguro.
