En busca del verdugo. The Lost Executioner de Nic Dunlop
Hacía tiempo que me apetecía saber más sobre Camboya y su historia. Sobre todo, el pasado terrible de los Jemeres Rojos. La recomendación de una persona que ha viajado al país y se ha interesado por el tema me llevó a este libro: The lost executioner: The Story of Comrade Duch and the Khmer Rouge de Nic Dunlop. El fotógrafo y autor irlandés vive actualmente en Tailandia desde donde ha informado con sus imágenes de lo que pasa en aquella parte del mundo. Durante una buena temporada estuvo en Camboya y su interés en las fotografías de los Jemeres Rojos, testimonio terrible de su brutalidad, le llevaron a querer saber más sobre las personas que fueron responsables de una de las masacres civiles más importantes de la historia de la humanidad.
Entre 1975 y 1979, los Jemeres Rojos se dedicaron a exterminar a la población camboyana. Casi dos millones de personas perecieron asesinados por sus propios compatriotas. Lo hicieron gracias a una revolución que en vez de salvarlos, los condenó. Primero los mató de hambre. Los sacó de las ciudades, los trasladó al campo y los obligó a trabajar de sol a sol sin apenas comida. Luego empezaron las purgas y un sistema de cárceles, torturas y asesinatos sistemáticos que pondrían los pelos de punta al más curtido. Todo ello en nombre de Angka, la organización superior que decidía el futuro del país para mayor gloria de la revolución.
La mejor manera de descubrir lo que pasó, es leerlo de primera mano, contado por sus protagonistas. Y aunque Nic Dunlop evidentemente no es camboyano, ni sufrió lo que los habitantes de aquel país sufrieron, ha sabido hilar los suficientes testimonios para explicar una de las historias más ignominiosas del país: la de la cárcel S-21 y su terrible responsable, el camarada Duch. Desaparecido, ni él ni sus superiores fueron detenidos o juzgados en su momento. Dunlop convirtió la búsqueda de Duch en una obsesión. Siempre llevaba una fotografía del mismo que enseñaba a todo el que entrevistaba en Camboya. Víctimas, familiares, militares, campesinos, torturadores, carceleros,… todos tienen su voz en esta búsqueda incansable del torturador máximo del régimen de Pol Pot. Un camino lleno de crueldad, miedo, muerte y destrucción que Dunlop nos ilustra con maestría a través del testimonio de sus protagonistas. Una historia terrible y fascinante que merece ser contada.
Pocas fotos hay en el libro, no hacen falta, la historia se cuenta con palabras. Las que Dunlop ha sabido tejer sabiamente y que nos hacen acompañarle en el relato de la vida de un hombre que se convirtió en un monstruo, pero también de la historia de un pueblo que se negó a sí mismo. Descubriremos en sus páginas una historia espeluznante, pero necesaria, que debería leerse sí o sí. Cosas así no se pueden repetir, piensas mientras lees. Pero desgraciadamente, el ser humano tropieza demasiadas veces con la misma piedra. Es este un trabajo reflexivo y que hace reflexionar, que plantea y hace pensar. ¿Qué demonios hacía el mundo mientras esto pasaba? Sacar beneficio propio y mirar para otro lado. ¿La ayuda internacional? Tres cuartos de lo mismo. La decepción del escritor y fotógrafo es evidente, como la nuestra al descubrir la terrible verdad que todos sabemos pero que nos negamos a aceptar. El mundo puede ser una gran mierda. Aunque haya gente que intente hacerlo mejor día a día. Lectura necesaria para entender el mundo que nos rodea y la historia de un país fascinante con una cultura milenaria que prácticamente fue barrida de la faz de la tierra por sus propios habitantes.