Un cortorcuito formidable, o el universo según Oriol Rosell

Hemos empezado el mes de septiembre leyendo un libro que ilustra y fascina a partes iguales. Se trata de un ensayo sobre la evolución del mundo de la música desde mediados del siglo XX, pero haciendo hincapié en el concepto del ruido. Bienvenidos a Un cortocircuito formidable. De los Kinks a Merzbow: un continuum del ruido, de Oriol Rosell, publicado por Alpha Decay.

Oriol Rosell (Barcelona, 1972) es crítico y divulgador cultural y profesor de Historia y Estética de la Música Electrónica, Narrativa Audiovisual y Dramaturgia del Sonido. Tras dos décadas en el periodismo cultural, actualmente es responsable del programa La Història Secreta y del espacio «La Biblioteca Inflamable», dedicado a la literatura de no ficción, en Ràdio 4, así como del blog/podcast Tácticas de choque. Ha compuesto bandas sonoras para danza y teatro y es la mitad del dúo de punk electrónico Dead Normal.

Un cortocircuito formidable nos lleva de la mano por un recorrido histórico fascinante, que va desde el rock o proto-punk de los Kinks hasta Incapacitants, Merzbow y otros referentes del harsh noise, “el más extremista de los lenguajes surgidos de la colisión entre el ruido y la música”, pasando por los experimentos ruidistas de la Nihilist Spasm Band, la anti-música de The New Blockaders, el black metal o el legado industrial de Throbbing Gristle, entre muchísimos otros.

En el interesante prólogo del libro, de Javier Blánquez, se plantea la pregunta “¿El ruido es música?”. La respuesta a esta pregunta permite dar el pistoletazo de salida a este recorrido sobre el ruido en la creación sonora.

El punto de partida del ruido entendido como forma de rebelión, como forma de creación o simplemente como forma de ser se remonta al sonido distorsionado del riff de ‘You Really Got Me’ de los Kinks, que surgió accidentalmente cuando el guitarrista Dave Davies cortó el altavoz de su amplificador con una cuchilla de afeitar. Este sonido desató la comercialización de todo tipo de pedales de distorsión para domar el ruido, un recurso que pasaría a ser estándar en el rock, el punk el metal y todos los subgéneros subsiguientes.

A partir de este episodio, el autor va trazando un recorrido histórico, estético, artístico y social que resigue el efecto que tuvieron las variopintas expresiones de ruido en cada contexto y para cada creador concreto. Un cortocircuito formidable es un exhaustivo ensayo académico escrito con un lenguaje riquísimo y cautivador, y absolutamente repleto de citas, datos, anécdotas y referentes.

El libro va mucho más allá de la crítica musical, disciplina que eleva a un nivel superior. Funciona como una verdadera red sináptica (en la que imagino que deberíamos hablar de ‘cortocircuitos neuronales’) que va sembrando imágenes, figuras y sonidos, y los va interconectando con conceptos de musicología, sociología, filosofía o antropología.

Masami Akita, alias Merzbow

Siguiendo el continuum de ruido que nos propone Rosell, seguro que a más de uno le pasa como a mí. A medida que devoraba sus páginas, iba pensando cosas como “¿Y qué hay de Sonic Youth?” o “¿No va a hablar de Metal Machine Music de Lou Reed? Preguntas mentales que acaban siendo respondidas en algún momento.

Cualquier amante de la música popular del siglo XX en sus más libérrimas expresiones disfrutará descubriendo el riquísimo abanico de músicos que van apareciendo por las páginas de este libro. Aquí un servidor, que en mis años de adolescencia y más allá desarrolló su universo musical escuchando punk, rock alternativo, metal, jazz, rock industrial y otras maravillas no exentas de ruido, descubre en estas páginas un sinfín de nombres, corrientes y conexiones a explorar.

En definitiva, un ensayo muy necesario para ampliar conocimientos sobre el ruido en todo su esplendor, entendido como recurso estético, posibilitador de experimentación o elemento disruptivo social. Como complemento del libro hay una lista de reproducción de Spotify, que recoge algunos temas de los principales referentes mencionados en el libro.

Las próximas presentaciones de Un cortocircuito formidable son jueves 19 de septiembre a las 19.30 en Las Naves de Valencia y 27 de septiembre a las 19.00 en la librería Finestres de Barcelona, con la presencia del crítico musical Nando Cruz. ¡No os lo perdáis!

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