Vidas pasadas, de Celine Song
La cineasta coreana afincada en Estados Unidos, Celine Song debuta en el largometraje con este film premiado en Sundance y en la Berlinale. Vidas pasadas narra la historia de dos amigos de la infancia, Nora y Hae Sung que se separaron con 12 años, cuando la familia de ella emigró de Corea del Sur a Canadá. Años después, ambos se reencuentran a través de internet.
Vidas pasadas está inspirado por la propia experiencia de la directora. En esta película Song habla sobre el amor, la comunicación, los caminos que se cruzan y la forma en la que nos expresamos. Una historia que puede resonar en cualquier persona, coreana o no, quizás ese es uno de los mayores atractivos del film. Y que explora el concepto del In-Yeon, palabra coreana que describe los lazos que unen a dos personas a lo largo de su vida.
La directora emigró a Canadá con sus padres cuando tenía 12 años y estudió en Nueva York teatro. También es cierto que un amigo de la infancia la visitó años después, esa fue la idea que germinó en esta película delicada y sentida, pero hasta aquí las coincidencias autobiográficas. El resto es fruto de la imaginación de su creadora.
Nora (Greta Lee) ha luchado duro por crear su propio camino en Nueva York. Desde pequeña sueña con ser escritora y ganar el Nobel. Ahora estudia teatro. Hae Sung (Teo Yoo) y ella se conocieron en el colegio en Seúl. Eran amigos, una conexión muy fuerte existía entre ellos. Estaban unidos por algo más que la amistad. Sus caminos se separarán, pero 12 años después volverán a encontrarse a través de internet e iniciarán una relación. Volveremos a encontrarnos con ellos 12 años después, Hae Sung visitará a Nora en Nueva York donde vive con su marido, Arthur (John Magaro).
Vidas pasadas habla de los anhelos y los deseos. De las oportunidades perdidas, pero también de las ocasiones ganadas. De las elecciones que tomas en la vida y los caminos que decides transitar. Cuando Hae Sung y Nora se reencuentran en Nueva York, todas esas realidades chocarán y ambos se preguntarán qué habría pasado si hubieran seguido caminos distintos.
Las brillantes interpretaciones de Greta Lee y Teo Yoo nos regalan las ausencias y los vacíos que ambos personajes sienten en sus vidas. Y es a través de esas grietas por donde se cuela una historia que duele, que traspasa y se queda clavada en el corazón. Las miradas, los silencios, las emociones contenidas y las palabras que dicen mucho más de lo que realmente están diciendo. Todo esto y mucho más es Vidas pasadas.