Terres mortes. Núria Bendicho.
Pocos libros me han golpeado tanto como este en los últimos tiempos. Se te queda un mal cuerpo, una sensación de amargor en la boca difícil de superar. Leí Terres mortes de Núria Bendicho Giró por recomendación y la agradezco. A veces, es difícil encontrar libros que remuevan las tripas, que emocionen, que te hagan sentir, aunque sea asco. Reconozco también que ha habido momentos en los que no estaba de humor para leerlo y tuve que pausarlo durante un par de días. Este es uno de esos libros que mejor que te pille en un buen día si decides navegar entre sus páginas.
En Terres mortes, Núria Bendicho nos relata la historia de una familia. Diría que, de una familia maldita, podrida. La novela es corta, pero intensa. Comienza con la muerte de Joan, uno de los hijos de la familia. Alguien, no se sabe quién, le ha pegado un tiro por la espalda. La familia vive en una masía apartada, alguien de la casa tiene que ser el culpable. No os equivoquéis con esta descripción, no es esto una novela de misterio o un crimen por resolver. No, no. Esto va mucho más allá.
Joan se había marcado, había conseguido huir de la familia, pero misteriosamente volvió después de desaparecer durante tres años. Ahora nos lo encontramos agonizando en la casa, en un cuartucho en el que la madre lo instaló a su vuelta, casi como un castigo. El hijo morirá y la familia vivirá a partir de ahí su propia desintegración, aunque no nos engañemos, esta familia llevaba décadas pudriéndose por dentro, la muerte de Joan simplemente ha acelerado las cosas.
Terres mortes nos cuenta su historia en primera persona, pero no con una sola voz, sino con muchas. Cada capítulo nos lo cuenta desde un punto de vista diferente, desde la voz de uno de sus protagonistas. El padre, la madre, los hermanos, algunas personas que se relacionan con la familia como el capellán del pueblo,…Como en un puzle en el que van encajando las piezas, cada persona nos cuenta su parte en esta macabra historia. Un puzle que encaja hasta el final. Pieza a pieza. Cruda, directa, dolorosa y macabra. Así podría describirse Terres mortes. No te cuento más, tienes que leerla.