Pablo Cortina: La nada holística

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Dicen las buenas lenguas que Pablo Cortina es violinista y profesor de Música. Por otro lado, en su blog él afirma que soy tan idiota que soy poeta. Es un habitual del Poetry Slam Madrid y hace poco se proclamó ganador del divertido combate Poetas contra raperos. Sus versos son profundos, intensos, sensibles, canallas. En directo es tan comedido como desvergonzado. Es como un pequeño maletín de mago que esconde un big bang. Y es tan poeta que se ha sometido a nuestra entrevistaca:

 

¿Por qué poesía?

La poesía es la gotera de mi azotea.

¿Hacia dónde va tu poesía?

Hacia la lógica formal, pero sin llegar.

¿Qué poetas te han influenciado más?

El primero que dijo: “¿eres poeta? Pues súbete la bragueta”; el primero que escribió: “Tonto el que lo lea”. Además, San Juan de la Cruz me enseñó la diferencia entre poesía y realidad, Quevedo me quitó los complejos, Blas de Otero, José Ángel Valente y César Vallejo me mostraron la infinitud de la poesía, Gloria Fuertes me quitó los complejos. Antonio Gamoneda me inculcó la paciencia. Fernando Pessoa es Dios. Dani Orviz y Silvia Nieva me dejaron boquiabierto.

¿Cuál es tu poeta actual preferido y por qué?

Chantal Maillard es mi ansia de inteligencia y Angélica Liddell mi ansia de salvajismo.

 

¿Qué más? Ah, sí, aquí puedes verlo recitar en el Poetry Slam Madrid. A  continuación, no deberías dejar de leer estos 5 poemas: (sin título)Días de perroEscriboFrotarme. Arrancar. Aplacándose y La nada holística. Cuidado, sus palabras pesan.

 

 

 

Un poeta entra en un bar

pide una cerveza

la paga la bebe y se va.

Y nadie lo sabe.

Nadie.

Solo la cerveza quiso hacerse cargo

de su escalofrío. 

 

 

Días de perro

 

Perros que ladran en mis amaneceres

como si se volvieran locos

como si devorasen a sus amos

como si así se liberaran de un suicida

que se hace el sordo

que no oye el ruido espeso

de aviones infrasónicos acercándose

para bombardear nuestro futuro.

 

Perros que ladran en mis amaneceres

porque no entienden que no oímos

por qué ponemos aire en sus pulmones cuando el futuro es gas

para qué hablamos con personas que morirán mañana

si no nos despedimos,

qué es ese adorno en círculo

de todas las paredes

en que creemos tener el tiempo preso

si el tiempo es línea recta.

 

Perros que ladran en mis amaneceres

sin entender a una especie que les da medicamentos, techo,

huesos de goma,

que no distingue el desastre, aunque sea un huracán

a medio metro,

un terremoto transmitiéndose

de roca en roca hacia arriba

bajo el suelo enmoquetado;

o la muerte, sencilla como es,

dibujando cruces blancas

en sus puertas de madera.

Una especie que solo comprende el rayo

o el diluvio o los lunes de septiembre.

 

Oigo ladrar mis perros en mis amaneceres,

eco del rechinar de dientes, del crujir

de articulaciones y siento

la sangre espesa circulando por mis venas doloridas.

Recuerdo en sueños la soledad de una madre imaginaria,

pero real, tejiendo o cocinando

los hilos e ingredientes del silencio.

 

Despierto en el pajar en el que los cuatro jinetes

guardan sus cabalgaduras, oigo ladrar los perros

en el amanecer del día que acabará con todo

y no hago nada, no me muevo, finjo

que soy un niño aún,

como si aún mis párpados fueran de acero.

 

Escribo,,,

 

,,,sobre el amor,

pero el amor es un trozo de la vida.

 

sobre la vida,

pero la vida es un trozo del tiempo.

 

sobre el tiempo,

pero el tiempo es un trozo del universo.

 

sobre el universo,

pero el universo

entero

es un trozo del silencio.

 

Frotarme. Arrancar. Aplacándose.

 

Una lágrima en cada músculo,

en cada poro.

En cada roce la salinidad

de un mar

en mis dedos.

Frotarme unos ojos hasta sangrar

que están secos.

Arrancar la costra buscando las lágrimas.

 

Lágrimas

de cualquier color.

 

Amor coagulándome ante tus ojos,

sangre aplacándose.

Te convierto en estatua de sal.

Sed del Leteo,

que termina al primer sorbo.

 

Llévame,  distancia,

lejos.

 

 

La nada holística

 

La vida está entre la arena de los parques,

está entre las hojas de los árboles, está…

está entre las palabras, entre las lágrimas…

la vida está.

Se parece más a la luz que a los colores

es más como el sonido viajando antes del tímpano,

la vida es lo que no es nada entre todo

porque simplemente todo, todo solo,

no es nada diferente

de la nada.

 

La vida es lo único que existe.

 

Lo único que Dios no preveía.

 

 

 

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