Mi reno de peluche, o la oscura espiral del acoso


Si buscáis un drama basado en hechos reales, de temática perturbadora, con un toque de comedia negra y una pizca de terror psicológico, no busquéis más. Ahí está la miniserie de 7 episodios Mi reno de peluche (Baby Reindeer), creada y protagonizada por Richard Gadd, disponible en Netflix.
Seguimos la vida de Donny, un cómico escocés que no tiene mucho éxito y que se gana la vida como camarero. Un día tiene un gesto amable con una mujer en apuros que se presenta en el pub, Martha. La mujer vuelve cada día. Entre bromas, se va entablando una relación bastante inquietante de dependencia, que acaba desembocando en obsesión. Martha empieza a acosar a Donny, y la situación alcanza muy pronto cotas absolutamente insostenibles.
Cuando empecé a ver Mi reno de peluche, me atrapó inmediatamente. Y eso que desconocía un dato muy importante: la historia se basa en la propia experiencia de Richard Gadd con su acosadora.
El pequeño acto de amabilidad de Donny desencadena una relación obsesiva de Martha hacia él. Donny no tarda en recibir un email de Martha, que consigue su dirección en su web de cómico. A lo largo de los siguientes días, meses y años, Martha le escribirá miles de correos electrónicos. Más adelante, cuando consigue su teléfono, le dejará horas y horas de mensajes de voz. En la serie, los eventos del día a día se alternan con estos correos y mensajes, creando un diálogo enfermizo y perturbador.

La insistencia obsesiva de la acosadora contrasta con la incapacidad del acosado para cortar por lo sano, enfrentarse a ella, ignorarla o incluso ir inmediatamente a la policía. De algún modo, Donny ha caído en la trampa de Martha, que le genera tanta incomodidad como curiosidad. Por muy insistente, molesta y peligrosa que sea la presencia de Martha en su vida, de algún modo Donny llega a estar cautivado. Y poco a poco vamos viendo que se genera una relación de simbiosis entre los dos. Y por muy alarmante e incómodo que sea seguir viéndolo, no podemos dejar de hacerlo. Estamos ahí con ellos, atrapados en la misma telaraña.
Esta relación de dependencia mutua, junto con la veracidad de la historia mencionada antes, es lo que resulta más fascinante de toda la historia. Martha se obsesiona rápidamente con él, pero él acabará obsesionándose también a su manera, lo cual no le hará ningún favor en su vida personal.
Todo esto transcurre en paralelo con la vida cotidiana de Donny, caracterizada por su curiosa situación de vivienda, su relación amorosa con Teri y sus recuerdos de un hombre que conoció en el mundo de la comedia y con quien estableció una relación bastante particular.
Los capítulos de Mi reno de peluche se devoran como un nuevo caso clínico en manos de un psiquiatra o como un artículo de la prensa amarilla en manos de un morboso. Este interés y este morbo están acrecentados por el hecho de que el autor está dramatizando sucesos reales de su vida, explicados con total crudeza, sin edulcorante alguno. Desde un punto de vista aparentemente cómico, se exploran temas como el autodesprecio, el masoquismo o la obsesión, con alguna que otra escena de violencia sexual.
En definitiva, Mi reno de peluche es una miniserie para introducirte de lleno en lo más oscuro de las relaciones humanas, un puñetazo de realidad que no te dejará indiferente. Después de cada capítulo, suspirarás, disfrutando de unos momentos de alivio… pero no podrás dejar de ver el siguiente.