Lee Ranaldo. Sala Barts Club. Barcelona.
Desde que Sonic Youth aparcaron las guitarras momentáneamente o no, divorcio mediante de Thurston Moore y Kim Gordon, Lee Ranaldo ha emprendido una carrera en solitario muy interesante. La petición de hacer un set acústico y otro eléctrico en el Tanned Tin ya hace unos años hizo que el cantante y compositor se reencontrara con los sonidos de la guitarra acústica. Su último trabajo, Acoustic Dust recoge esa nueva querencia. Un disco grabado en Barcelona junto a Raúl Fernández, Refree. En el se incluyen versiones desenchufadas de las canciones de sus dos últimos trabajos, Between the Times and the Tides y Last Night on Earth.
Y eso es lo que nos encontramos en la sala pequeña del Barts, un set acústico en el que Ranaldo iba intercalando canciones de sus dos últimos discos. Guitarra tras guitarra, lejos de la distorsión sonora que siempre le acompaña en Sonic Youth pero sin dejar de experimentar. Escuchamos a un Ranaldo esencial, en el que las canciones se transforman, se le ve a gusto y cómodo con esta faceta nueva en la que sus temas brillan, incluso más que en sus discos. Desde “Tomorrow Never Ends” que dio comienzo al concierto, la vitalista “Off The Wall”, la adictiva “Xtina As I Knew Her”, la triste y experimental “Ambulancer” dedicada a un amigo que se suicidó o la también nostálgicamente distorsionada “Home Chds”. Porque Ranaldo no tiene miedo de usar la pedalera, los loops, el arco del violín para experimentar y transformar sus canciones.
Cercano y directo, hablador y simpático, ha encontrado su sitio y le gusta. Las distancias cortas, los acústicos pueden ser igual de potentes que el directo más eléctrico, eso Ranaldo lo consigue casi con los ojos cerrados. Se despidió con un único bis, rindiéndonos más si cabe con una versión del “Revolution Blues” de Neil Young. Imprescindible. Ha encontrado su camino fuera de Sonic Youth, y nosotros nos alegramos de que nos deje ir a su lado.