Joan Colomo: “A veces me gustaría independizarme del FMI y el Banco Central”
El músico catalán, que actúa hoy junto a STN! en la sala Apolo, grabará “en breve” nuevas canciones para el próximo álbum, en el que introducirá “más instrumentos folklóricos”
El cantautor vallesano es toda una institución dentro de la escena independiente catalana. The Unfinished Sympathy, Zeidun y La Célula Durmiente son algunos de los conjuntos en los que se metió antes de despuntar como cantante en solitario. Según cuenta en “El abismo de uno mismo” las letras se le dan fatal, pero el músico no ha podido estar más acertado en su último álbum. En él combina ingenio, sutileza y mordaz crítica a la perfección. Al igual que en sus tres elepés anteriores. Un trovador contemporáneo que habla de sus miedos y sus pasiones sin complejo alguno. Esta vez acompañado de la polifacética banda STN!, con la que dará un concierto “bastante especial”, en el que habrá tiempo hasta para “una versión de Queen”.
¿Qué es lo que se va a encontrar el público en tu directo de hoy?
Voy a tocar con STN!, una banda que sabe mucho y tocan jazz. Ellos hacen espectáculos en los que versionan temas de otros grupos y esta vez lo harán conmigo y mis canciones. Yo también interpretaré alguno de sus temas. Haré la coña cantando jazz… Es todo un poco inventado.
¿Se convertirá en un show teatralizado?
Sí, algo así. Mañana tenemos el ensayo general. Un puto caos.
¿A ti se te da bien improvisar, no? Así que no habrá mucho problema.
A mí me va mucho ese rollo, pero esta vez va a ser algo más guionizado. Ellos llevan sus partituras.
¿Te gustaría en un futuro hacer teatro?
He hecho algún que otro corto y lo he pasado fatal. Aunque lo de hacer teatro es una idea que siempre he tenido con Zeidun, mi banda de toda la vida. Siempre hemos pensado en mezclar música y performance. No lo descarto más adelante porque esto de los conciertos de rock and roll es un poco aburrido.
¿Echas de menos estar únicamente con un grupo?
La verdad es que sí. Con Zeidun tocó cada medio año… Imagínate. Aunque con mi proyecto en solitario también toco con una banda. Lo bueno es que nos volvemos a reunir.
¿A la hora de componer se notará, no?
Sí. Echo de menos tener un grupo de local, es decir, quedar cada fin de semana, estar todos juntos… Aunque hace ya tiempo que me dedico a mis cosas. Al igual parece individualista.
No me lo parece. Hablemos del último cedé. ¿Cuál es tu canción favorita?
Qué difícil. Ahora estoy con las nuevas, que voy a grabar en breve. Hay algunas que me gustan por cómo han quedado grabadas, otras por la letra… Quizá la que más me guste sea “Tus pies”, que se compone de una guitarra y una voz. Dura un minuto y es muy sencilla.
¿Qué es lo que pasa desde que nace una canción hasta que la grabas?
Yo parto del tema en sí, que lo hago con una guitarrita y mi voz en casa. Cuando llega la hora de hacer la maqueta busco el estilo, los arreglos… Todas las canciones, si las desnudas, son cuatro acordes y una melodía. Y de ahí puede nacer una canción de thrash metal o de country.
De metal seguro, ¿no?
El primer grupo en el que estuve era rollo hardcore punk ibérico, con el ‘tupatupa’ (risas). Luego he ido evolucionando durante la adolescencia haciendo algo más metalero, más emo. Pero siempre partiendo de subgéneros que venían del hardcore y del punk.
¿Por eso lo de tu afición a las distorsiones? ¿Y a los sintetizadores?
Sí, en los grupos en los que estaba de pequeño, que eran de hardcore y punk, la distorsión siempre era mi fiel aliada. Con respecto a los sintetizadores, me gusta jugar con instrumentos que no domino. En el próximo álbum quiero meter más instrumentos folklóricos.
¿Un charango o instrumentos del estilo?
Sí, algo así.
Hablas de tu próximo elepé. Volvamos al último. ¿Crees que has alcanzado la madurez con este disco?
No lo sé. Escucho cedés que grabábamos hace diez años y pienso: “Parecemos más maduros”. Todo el rato es una búsqueda constante y espero no alcanzar la madurez (risas). Vas cambiando, dando pasos. A mí lo que me mola es hacer discos, intentando evolucionar claro.
Parece que en este cuarto largo no te obsesiona tanto el tema de la muerte y te centras en vivencias más cotidianas (el amor, tus amigos, las redes sociales).
Con el tiempo vas perdiendo el miedo a este tipo de cosas… No sé en qué me baso para hacer las letras. Siempre digo que escribir no es mi afición y hago lo que me sale.
Jesús murió a los 33, justo como la edad que tiene ahora…
Estoy sufriendo hasta que cumpla 34. Así mientras tanto ando ‘cagao’.
¿Sigues teniendo fe en el acné?
Hasta que no me abandone seguiré teniendo fe en él.
Esa canción dice mucho más de lo que aparenta decir. Tus letras están cargadas de sutileza y acidez.
Lo de componer es una movida muy rara. He hecho muchas letras en el tren. De hecho, hubo una época en la que no podía hacerlas en ningún sitio que no fuera el tren. A veces yo no tengo claro ni mi ideología y escribo una cosa que luego al cabo de un mes ni pienso. Tampoco me gustaría ser la propaganda de una ideología muy clara.
¿Te consideras independentista?
Comparto muchas cosas que piensan los independentistas… A veces me gustaría independizarme del FMI y el Banco Central.
¿Crees que es cuestionable que una banda independentista cante en castellano?
La idea de que la gente quiera crear un estado más pequeño es lícita. Aunque prefiero no hablar del tema porque me sulfuro.
¿Qué haces cuando no estás tocando o componiendo canciones?
Últimamente tengo poco tiempo libre. Me dedico a grabar chorradas para mí, ver el fútbol, ir a conciertos… Todo está bastante absorbido por la música. Menos mal que mi novia me lleva de excursión de la montaña.
[…] como a Colomo y a Boada, que crecieron juntos a ras del Montseny, lo de la música les pilló muy jóvenes. Con […]