Elemental, querido Sherlock Holmes

Sherlock Holmes y Watson de la BBC 4

La célebre frase del detective más famoso de todos los tiempos, “Elemental, querido Watson”, en realidad no fue nunca pronunciada por el célebre personaje que creó Sir Arthur Conan Doyle. Pero podríamos haberla escuchado bastante en los últimos tiempos. Hay un auge Holmes gracias al éxito que ha cosechado la magnífica adaptación de la BBC, Sherlock. Un ejemplo más de que la BBC sabe lo que hace. Sus dos primeras temporadas, nos han ofrecido tres capítulos de larga duración en las que las adaptaciones de las historias de Doyle se cuidan con mimo y reflejan fielmente el espíritu que el escritor escocés imprimió a su personaje, eso si, en un entorno totalmente contemporáneo. Desde A Study in Pink trasunto de A Study in Scarlet, hasta la introducción del inquietante personaje de mi tocaya, Irene Adler en A Scandal in Bohemia transformado aquí en A Scandal in Belgravia, se han cuidado los escenarios, los actores protagonistas, las historias y hasta el más mínimo detalle para crear lo que es sin duda, el placer más exquisito para cualquier Holmesiano de pro.

 

Lamentablemente, ya conocen ustedes, la afición que los americanos tienen para hacer refritos y copiar sistemáticamente todo lo que huele a éxito. Y elementalmente, con Holmes ha pasado lo mismo. La americana CBS se ha apuntado al carro sacándose de la chistera Elementary. En todo lo que los ingleses han acertado, sus congéneres del otro lado del charco la han pifiado. Las comparaciones son odiosas y en este caso peor aún. Sherlock es una maravilla se mire por donde se mire. Buenos actores, excelentes Benedict Cumberbatch y Martin Freeman como Sherlock y Watson, ambos se dan de la mano y son el contrapunto perfecto, él uno del otro. Es difícil quitarse de la cabeza su imagen cuando se piensa en los dos personajes. Cuidadosas adaptaciones de las historias de Conan Doyle y excelentemente situadas en la actualidad y por supuesto, el sello BBC. Temporadas de tres capítulos largos, dando tiempo a las historias a tomar peso y desarrollarse.

 

Sherlock y Watson en el Sherlock de la BBC

 

Mr. Conan Doyle estaría orgulloso, aunque acabase odiando al personaje. El dilema del autor siempre fue que quiso ser considerado un buen escritor y que aunque Holmes le daba de comer y bastante bien, no era considerado buena literatura para los estándares de la época. Algo que a a Doyle siempre atormentó. Su creación le quitaba tiempo para dedicarse a la verdadera literatura, por eso decidió deshacerse de él en el apoteósico relato El problema final publicado originariamente en The Strand Magazine y recogido en el tomo Memorias de Sherlock Holmes. Recuerden aquella lucha entre Holmes y su archienemigo James Moriarty, que acabó con la caída de ambos en las cataratas suizas de Riechenbach, mientras un horrorizado Watson presenciaba la muerte de su más preciado amigo. Por suerte para nosotros, la presión popular hizo resucitar magistralmente al personaje en El regreso de Sherlock Holmes. Precisamente esta historia es la que cierra la segunda temporada de Sherlock con una espídica y vibrante adaptación titulada The Reichenbach Fall, que nos ha dejado esperando con ansia el estreno este año de la tercera tanda de capítulos.

 

Lo que Sir Arthur Conan Doyle pudiera pensar por el contrario de Elementary, me lo puedo imaginar. Y creo no equivocarme diciendo que seguramente le causaría una úlcera y si cabe más dolores de cabeza que el hecho que considerarán su creación más famosa poco menos que un simple entretenimiento y no verdadera literatura. Elementary, podría haber sido buen entretenimiento, olvidándose del material primigenio por completo, algo que debería haber aprovechado mejor ya que lo usa, ha cometido un craso error. Aquí tenemos simplemente la típica serie americana estilo Castle o Bones (de las que disfruto y mucho), series de investigación criminal con un par de personajes, uno femenino y otro masculino que resuelven crímenes. Si como tal vemos los capítulos de la serie, hasta podría salvarse algo de la quema, pero lo cierto es que pierde todo el sentido cuando los dos protagonistas llevan los nombre de Holmes y Watson. ¿Era necesario utilizar a las criaturas de Conan Doyle para hacer algo así? Y más con la historia que cuenta.

 

Elementary Sherlock Holmes y Watson

 

Para empezar, no respeta en absoluto los relatos originales y las tramas recuerdan levemente algún episodio o personaje de las mismas. Levemente, muy levemente. Nos encontramos a un Holmes que acaba de salir de rehabilitación y una Watson (una, si, porque la han hecho mujer, miedo me da cuando los líen, qué todo llegará, hay que descargar tensión sexual, ya sabes ustedes que a los americanos les gusta mucho) que le hace de sober companion o compañero sobrio para que no vuelva a caer en las drogas. Cualquier parecido con la realidad holmesiana es inexistente. Poner a Jonny Lee Miller porque es inglés a hacer de Sherlock Holmes, simplemente haciéndose el raro, no es lo más acertado. Porque a eso queda reducido Holmes, un ser raro que además tiene dudas y al que Watson le ayuda a resolver casos. Cualquiera que se haya leído los libros de Sherlock estará de acuerdo conmigo que esto es lo más alejado de la realidad que Holmes podría estar. Es curioso, tanto Miller como Cumberbatch compartieron escenario en un teatro interpretando e intercambiando cada noche los personajes del Dr. Frankenstein y su monstruo. Coincidencias aparte, ¿hace falta que Miller se quite la camisa y nos enseñe a pecho descubierto sus numerosos tatuajes en un capítulo si y otro también? ¿De verdad creen ustedes que un maestro del disfraz como Holmes iba a cubrir su cuerpo de tatuajes? ¿En serio creen que Holmes se daría a una orgía descontrolada de drogas y alcohol porque su querida Irene Adler, de la que estaba perdidamente enamorado, fue asesinada por un criminal sin escrúpulos? ¿En serio? ¿Desde cuándo Holmes es una persona normal?

 

El fallo de esta serie, es convertir un personaje extraordinario y único, en un raro cualquiera. Está claro que Holmes era raro, pero raro por su naturaleza de genio. La originalidad a este nuevo intento de dar vida a Sherlock es de suponer que se la ven en el elemento femenino que aporta Lucy Liu como Watson. Por cierto, está monísima en todos y cada uno de los capítulos, no cojea nunca y no estuvo en ninguna guerra, pero uno de sus pacientes murió en la mesa de operaciones y desde entonces quedó traumatizada, por eso ahora se dedica a acompañar a ex drogadictos y alcohólicos anónimos. ¿Pero qué es esto? ¿Un culebrón de mediodía de Antena 3? Han hecho una serie normal de un personaje único, una serie más del montón. ¡Qué desperdicio!

 

Elementary Sherlock Holmes y Watson

 

Evidentemente las tramas de Elementary se reducen a resolver asesinatos y misterios de género criminal durante los 40 minutos que dura cada capítulo y una especie de trama misteriosa que rodea a Mrs. Adler y a un supuesto M., que todos sabemos que será Moriarty. Elemental, querida Watson. Sin olvidarnos de Aidan Quinn como el Capitán Gregson que suponemos que sería el trasunto del sin par Lestrade, ese policía de Scotland Yard totalmente inepto que tantos buenos momentos nos ha dado en la literatura holmesiana. Claro que aquí es un capitán como dios manda y encima de los buenos de verdad. Los creadores de la serie afirman que querían desarrollar el Bromance (malditos palabros que se inventan los americanos simplemente para describir una relación entre dos hombres sin ningún tipo de carácter sexual, o sea, una amistad de toda la vida) entre Holmes y Watson, dándole una perspectiva nueva, es decir, poniéndole tetas a Watson. ¡Qué original! (Nótese el tono irónico). Así que todo buen holmesiano sufre Elementary por curiosidad pero lo abandona pronto para esperar oteando el horizonte con desesperación el estreno de la tercera temporada de Sherlock. ¡Tranquilos que ya falta menos! Mientras, volvamos a releer las historias que Sir Arthur Conan Doyle pergreñó sobre Sherlock Holmes y a preguntarnos, ¿con cuál de ellas nos sorprenderá la próxima temporada de Sherlock?

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