The Art of Punk: Black Flag, Dead Kennedys, Crass
El Museo de Arte Contemporáneo de Los Ángeles (MOCA) tiene una interesante vertiente audiovisual que nos muestra pequeños documentales no sólo sobre sus exposiciones sino también sobre artistas contemporáneos en todos los ámbitos del arte. Así, en su canal de youtube podemos ver desde la realización del vídeo de Björk Mutual Core del artista Andrew Thomas Huang, artistas trabajando en su estudio como Sterling Ruby o entrevistas en profundidad sobre la carrera de artistas como Nan Goldin, entre muchos otros vídeos. Bucenado entre su archivo tropezamos con esta serie de tres minidocumentales sobre el arte del punk.
Los creadores son Bryan Ray Turcotte y Bo Bushnell y está basada en parte en los libros del propio Turcotte, Fucked Up + Photocopied, una extensa colección de arte y flyers punk y su sequela Punk Is Dead, Punk Is Everything.
La serie empieza como no, con un episodio sobre Black Flag y Raymond Pettibon. El punk rock no sería lo mismo sin esta banda. La imagen de la misma tampoco sería igual sin esas cuatro barras que se han convertido en uno de los tatuajes más demandados del mundo. Un icono creado por la mente inquieta de Pettibon. Entre los protagonistas del documental, nos encontramos a diversos miembros de la banda, el cantante Keith Morris y el bajista Chuck Dukowski, Flea de Red Hot Chili Peppers que creció siendo un gran fan de Black Flag (debe ser el músico que más ha salido en documentales de la historia) y por supuesto, no podía faltar Henry Rollins. El documental es breve, apenas 22 minutos, pero te haces una idea tanto de la importancia del símbolo como del artista que hay detrás. Él mismo se presenta: “My name is Raymond Pettibon and I have designed this motherfucking thing”, dice señalando la bandera negra que acaba de pintar en un papel en blanco pegado en la pared de su estudio. Un logo sencillo, efectivo y potente visualmente. Cuatro barras negras, una bandera que ondea, no una bandera cualquiera sino una bandera negra. Toda una declaración de intenciones visual. Se te queda grabado y demuestra la importancia del símbolo para definir un sonido, una forma de ser, una banda. Pettibon es un personaje curioso, uno de esos artistas que marcan época, Black Flag tuvo la suerte de cruzarse con él. Y es precisamente Henry Rollins quien aporta el perfil del artista contando anécdotas de su amistad y el trabajo que hizo para la banda. Puedes comprobarlo en el documental.
En el segundo episodio descubrimos a Winston Smith, el creador del logo de The Dead Kennedys y también de su imagen, flyers, portadas de discos,… siempre en estrecha colaboración con Jello Biafra. Smith es un maestro del collage que en Biafra encontró a un alma gemela. En su obra hay surrealismo, caos y punk juntos al servicio de la música de los Kennedys. Trabajando conjuntamente ambos crearon la imagen que rodeaba a la banda. El logo de los Dead Kennedys, cuatro líneas simples que se juntaban formando una D y una K. Al contrario que Pettibon que era un amigo que colaboraba con la banda pero con el que no interactuaban Black Flag artísticamente, y pobres si se atrevían a hacer sugerencias, Smith y Biafra trabajaron mano a mano para crear la imagen que simbolizaría la música de la banda. Entre los entrevistados a parte de ellos dos, el artista pop surrealista y fan de la banda Tim Biskup y el actor y director Steve Olson.
El tercer y último episodio está dedicado a la banda de punk inglesa Crass y al diseñador gráfico Dave King que creó su logo. El propio director de la serie lo tiene tatuado en uno de sus brazos. Anarquía, sátira social, ideas políticas, protesta, todo ello se unen en el símbolo de la banda, una serpiente de dos cabezas y una cruz. A parte del propio Dave King, son entrevistados Gee Vaucher, miembro fundadora de la banda junto a Penny Rimbaud, también escritor y activista. Los tres vivieron en la Dial House, creando allí en estrecha colaboración la imagen de la banda. También aparecen el tatuador Scott Campbell y Owen Thornton, productor de películas como Fury.
Un recorrido por los logos de tres bandas. Tres ideas. Tres imágenes. La única pega que la serie se quedara en tan solo tres capítulos. El arte del punk da para muchísimo más.