Soledad Vélez, corriendo con lobos

Soledad Vélez 04 Foto Pau Monteagudo

 

Soledad Vélez arrastra su increíble voz llena de sentimiento, arañándonos y dejándonos marcados para siempre. Su segundo disco Run with wolves continúa la línea de su anterior y excelente Wild Fishing pero esta vez da un paso más allá. No se ha quedado Soledad parada, ha evolucionado, ha cambiado, ha experimentado. Sigue siendo la misma, con esa voz desgarradora, pero sonidos diferentes pueblan su cabeza y ahora, nos los hace llegar corriendo con lobos. Y trabajando incansablemente en su música junto a Absolute Beginners. Gracias a ello ha sido seleccionada para el South by Southwest SXSW2014 en Austin, Texas.

 

Presentaba su disco en Barcelona, en el Record Play donde pudimos charlar de nuevo con ella y escuchar algunos de los temas de su nuevo disco en formato acústico. Al día siguiente tocaría en el Heliogàbal con su inseparable Jesús de Santos. La primera vez que la entrevisté recuerdo que fue en la cafetería de un hotel en La Rambla, fue una conversación más que una entrevista. Volvíamos a encontrarnos y hablar de su excelente disco, Run with wolves. Un disco en el que nos habla de la soledad, de los miedos y las fobias, de tener a los tuyos lejos, pero desde una perspectiva nueva. En Wild Fishing, Soledad hablaba de desamor, aquí nos habla de ella misma sin relaciones de por medio. De lo más profundo, de sus dolores y miedos. Desnudándose, musicalmente hablando. Durante una etapa difícil de añoramiento, soledad y ansiedad vio cosas que no existían, que no estaban allí, pero ese momento duro le sirvió para canalizarlo en música y en este maravilloso disco nuevo.

 

¿Ha variado el proceso de composición entre este disco y el anterior?

No, no ha cambiado, creo que es el mismo. Lo que pasa que ahora tengo en la cabeza otros sonidos con los que antes no contaba, es como hacer lo mismo con muchos más elementos y ese mismo proceso creativo.

 

¿Ha complicado más la grabación?

Yo pensaba que si, pero cuando le he explicado a Jesús cual era mi idea y por donde quería que fueran las canciones, él lo entendió perfectamente y en vez de restar como que me sumó. Y al explicarles a los técnicos de grabación en el estudio igual. Fueron canciones que fueron saliendo muy bien y creo que fue más complicado hacer los arreglos para las del anterior disco que para estas. Estas como que iban saliendo solas.

 

¿En directo seréis tú y Jesús o vais a llevar banda?

Eso depende del concierto, con el que abrimos la gira que fue en Málaga lo hicimos con nuestro batería pero depende de como te contraten, del caché y de cómo nos planteemos el concierto. De normal supongo que iré con Jesús. La cuestión es que ahora mismo estamos contando con muchos elementos, ya no sólo el sinte sino que en algunas canciones llevamos bases de percusión. La batería es una cosa brutal porque alimenta mucho las canciones, es muy diferente.

 

Ha variado tu sonido un poco, incluso con algún toque de electrónica como en “Silver Wolf”. ¿Cómo ha reaccionado la gente ante este cambio?

Antes de sacar este disco yo tocaba esa canción sola con el sinte que sonaba muchísimo a discotequero a tope y la gente me decía si iba a hacer un disco house (risas). Ya me preguntaban por Silver Wolf, a la gente le generaba muchísima curiosidad y les choca que esté haciendo folk como muy limpio y a la vez algo con un montón de mezclas, supercomplicado. No sé si hay alguna otra mujer haciendo esto en España.

 

Ha pasado un año entre este y tu anterior trabajo. ¿Eres muy prolífica o necesitas que las canciones se tomen su tiempo?

La verdad es que cuando estábamos girando con el anterior disco yo ya estaba componiendo y ahora mismo también, no he acabado este disco y ya estoy haciendo canciones para el próximo. Sino estoy componiendo me siento inútil y si me siento inútil me empiezo a deprimir y entró en un agujero asqueroso y entonces empiezo a ver cosas que no existen. (Risas). Tengo que estar componiendo constantemente porque sino me siento mal conmigo misma.

 

Soledad Vélez 02 Foto Pau Monteagudo

 

¿No te cuesta si estás por ahí componer canciones?

No me cuesta, es algo que necesito, si estoy mucho de gira necesito respirar y para mi respirar sería tocar la guitarra, marear un poco unos acordes y trabajar en ello.

 

La última vez que hablamos hacia cuatro años que no ibas a Chile, ¿has vuelto allí? 

Fuimos en diciembre del año pasado, antes estuvimos en Inglaterra, México y luego Chile. Fue brutal, fue un impacto emocional superbestia porque no veía ni a mis hermanos pequeños y cuando volví eran ya grandísimos. Eran más altos que yo. Cuando les vi, son seis, no lo entendía y temblaba mogollón. Estaba contenta pero supertriste porque sabía que me había perdido mogollón de cosas que les habían pasado. Uno ya tenía novia. Y me sentí supermal, yo creo que por eso me enfermé del estómago en toda la gira. Pero muy bien.

 

También me comentaste que a tus padre no les hacía gracia que te dedicases a la música. ¿Viven tus padres mejor que te dediques a la música?

Yo me fui porque no querían que hiciera música pero cuando volví fue completamente lo contrario. Mi padre, mi madre y toda mi familia, todos intentaron convencerme de que lo dejara, volví y fue superextraño porque todos habían cambiado de opinión y se lamentaban de haberme dicho que no. Me decían: ¡qué bueno que no nos escuchaste!, ¡qué bendición del señor! Ahora están superencantados.

 

¿Sentiste esa nostalgia de volver aquí otra vez?

En parte, porque toda mi vida la estoy haciendo aquí, lo que quiero hacer, la música, mis amigos, mi novio, lo tengo aquí y mi sello también es de aquí. Estamos todos trabajando y yendo en la misma dirección y estamos poniendo todo nuestro esfuerzo para que las cosas salgan y ahora volverme a Chile sería como una locura. Intento ser muy consciente de eso, echo muchísimo de menos a mi familia pero intento también ser muy consciente con lo que quiero hacer con mi vida.

 

¿Influye ese sentimiento en tus temas?

Si. si. Completamente. Es muy complicado no contar con un familiar que está al otro lado del mundo porque la sensación de soledad te invade de una forma demasiado bestia. Es tan bestia que dejas de ser tan racional con muchas cosas y exiges atención que igual no deberías a gente que está a tu alrededor. Yo muchas veces intento no hacerlo porque igual puedes llegar a agobiar. (Risas).

 

Podéis escuchar su disco aquí:

 

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