Valentina & The Electric Post
Valentina & The Electric Post se dieron a conocer en 2019 con su primer EP, Before The Universe. Tras lanzar una serie de versiones, ahora llega su primer disco titulado The Line (Hidden Track Records), un trabajo que han grabado en el Konvent, su base de operaciones, y que mezcla la electrónica con las guitarras acústicas cercanas al folk. De todo ello hablamos con Valentina Risi e Ildefons Alonso en esta entrevista.
¿Cómo nació Valentina & The Electric Post y por qué este nombre para el grupo?
Ildefons: Nace con el encuentro de los dos en el Konvent, la residencia donde vivimos. Nos conocimos en 2018 y muy orgánicamente empezamos a tocar juntos. Valentina componía canciones y yo quería hacer electrónica en directo. Probamos y rápidamente vimos claro un horizonte musical juntos.
Valentina: Siempre me ha gustado mucho la literatura
y la estética cyberpunk, y el “palo de la luz” es un símbolo
que me recuerda a ese mundo. La conexión a distancia por medio de
unos cables que atraviesan campos y montañas transportando señales
eléctricas que pueden ser palabras o energía que mueve cosas…
También, es cómo una antena, un tótem que metafóricamente
contiene dos elementos que son la tierra y el aire, exactamente como
nuestra música que quiere ser una simbiosis entre la electrónica,
el folk y otros géneros.
Este disco parece más electrónico que vuestro anterior EP. ¿Qué diferencias veis entre Before the Universe y The Line?
Ildefons: Efectivamente, cuando empezamos a tocar juntos la idea era hacer un dúo de guitarra y batería, que es mi instrumento habitual. Poco a poco incorporamos algunos elementos de electrónica y de golpe vimos que nos flipaba. Entonces, Before the Universe es más bien una fotografía de esa transición y también un compendio de composiciones antiguas de Valentina. The Line es un álbum más conceptual, por las letras, que tienen un algo de cinematográfico que nos encanta y el sonido, más profundo y lleno de contrastes y texturas un poco abstractas.
Habéis grabado en el Konvent, cerca de casa. ¿Por qué habéis escogido este estudio y qué os ha aportado grabar en un entorno tan especial como ese?
Ildefons: No lo hemos escogido… jajaja. Los dos formamos parte de la comunidad de artistas que gestionamos Konvent, es dónde nos conocimos, donde nació el proyecto y es dónde tenemos nuestra base y donde componemos y grabamos todo. La influencia es máxima y no existiríamos sinó fuera por este sitio. Difícil de explicar. Es cómo el pez, que no puede explicar el agua dónde vive.
¿Ha diferido mucho de cómo habéis grabado anteriormente?
La verdad es que es muy distinto de todo lo que habíamos hecho anteriormente.
¿Porque habéis escogido como título del disco The Line?
Nos gusta la línea porque tiene una ambivalencia que la convierte en separación y camino al mismo tiempo. Parte el horizonte, está ahí para que no la cruces, delimita, pero al mismo tiempo te proyecta adelante, cómo las vías de tren o los cables de electricidad que conectan mundos distantes.
Además, todas las canciones juntas se comportan así, siguen una línea y un discurso común pero contrastan y dialogan entre ellas. Son un viaje que ilustra el espectro de emociones de un momento de nuestras vidas.
¿Es mucho más fácil conseguir el sonido que queríais conseguir teniendo a Ildefons produciendo el disco y siendo parte de la banda también?
Valentina: Si. Claro, básicamente entre los dos lo hacemos todo. Los efectos de voz los manipulo yo en directo y él dispara secuencias y toca los sintes. Intentamos programar todo de manera que quede todo muy abierto y que nos deje margen a improvisar. Y al final, muchas veces los directos no se parecen en nada al disco. ¡jajaja!
Es un disco que suena a intimidad, casi meditativo. ¿Es esa la intención que habéis buscado a nivel sonoro?
No podía surgir de una manera diferente. Las palabras hablan siempre de algo escondido, un rincón de emotividad. La música es un acompañamiento coherente de las palabras.
¿De dónde nace esta mezcla entre electrónica y guitarras acústicas?
Valentina: Ha surgido un poco en automático. Yo siempre compongo mis canciones con la guitarra acústica y al producir el disco a veces no podemos dejar la guitarra atrás. Y no nos resistimos porque nos gusta la combinación y representa exactamente cómo nos hemos juntado.
¿Cómo nace una canción Valentina & The Electric Post? ¿Cómo os dividís las tareas compositivas?
Valentina: Las canciones nacen en mi estudio instintivamente. Es un parir íntimo y personal, sin ninguna influencia externa. Ildefons le da estructura a la composición, y produce la parte electrónica, que es el toque característico de él “Electric Post”. Eventualmente en este disco hay una composición de los dos (“The Decision”) que nació en una improvisación.
El primer single del disco es “Psycho(P)omp”, ¿por qué habéis escogido esta canción y de qué nos habla?
Nos parece una canción muy impactante tanto por la música, cómo por el concepto. El título es un juego de palabras entre una “bomba psicológica” y la figura del “Psicopompo”, un ser que en la mitología griega se encarga de conducir las almas de los difuntos hacia la ultratumba. Esta canción es una canción enfadada para un desamor, pero quiere ser una transición casi alquímica para trascender la emoción en algo constructivo.
El vídeo del single es muy intrigante y cuidado. ¿Cómo nació la idea del mismo? ¿Creéis que la imagen es importante también a la hora de transmitir el sentir de vuestras canciones?
Colaboramos con la Productora Òrbita, que trabaja también para otros artistas del sello cómo Ferran Palau o Carlota Flaneur. Son una maravilla de equipo que producen videos increíbles y que tienen ideas increíbles. Les propusimos un esbozo de guión y ellos lo desenvolvieron para crear ese mundo simbólico y sugerente. Es una suerte poder contar con ellas porque hoy en día, la música se mira más que se escucha, o mejor dicho, la gente escucha con una imagen que se ha generado a partir de lo que ven en youtube. Por suerte o por desgracia.
¿Cómo os ha afectado la situación con la pandemia? ¿Habéis podido presentar el disco en directo?
Como todo el mundo tuvimos que cancelar algunos conciertos, pero por suerte nos ha pillado encerrados en el estudio. Ésta semana haremos el primer concierto en una carpa de circo que ha sido montada exactamente en las afueras del Konvent.
¿Cuáles son vuestros planes de futuro?
No tenemos planes. El futuro no existe…jajaja. Justo acaba de salir el disco y tenemos todo a punto para empezar a tocar. Sólo falta un poco de predisposición por parte del universo.
Fotos: Anna Benet