Tona Gafarot, El foc, el caliu i la cendra
La cantante gironina Tona Gafarot publica su sentido segundo disco en solitario, El foc, el caliu i la cendra, más allá de su trabajo con el grupo femenino de havaneras Les Anxovetes. Un disco conceptual que nos habla de sentimientos y emociones con la voz cálida de Tona bañándolo todo. Hablamos con ella en esta entrevista.
¿Cómo empezaste en el mundo de la música? ¿Qué te impulsó a querer dedicarte a ello?
Empecé con 6 años, en el Conservatori de Girona. Mi madre se dio cuenta de que tenía cierta facilidad con la música y me apuntaron a solfeo y piano. Se acuerda que yo salía de cole con la flauta y le pedía que me dijera una canción, y automáticamente la interpretaba, sin haberla tocado nunca antes, y así es cuando decidió apuntarme a clases. ¡Recuerdo también que no me gustaba nada ir a música!
¿Cuál es tu primer recuerdo musical?
Era muy muy pequeña e iba al bosque a menudo con una mujer que era como una tercera abuela para mí (una niñera de toda la vida que había cuidado a toda mi familia desde siempre). Y allí en el bosque había una pequeña montañita y yo me ponía encima y empezaba a cantar una canción popular catalana que Mima (así la llamábamos familiarmente) me había enseñado. “Què li donarem a la pastoreta? Què li donarem per anar a ballar?” Así empezaba la canción. Seguro que más de una persona la conoce.
Formas parte del grupo de habaneras Les Anxovetes. No tiene nada que ver lo que haces en solitario con el grupo. ¿Qué fue lo que te lanzó a empezar carrera en solitario?
Después de haber tenido algún grupo de versiones y/o temas propios, decidí empezar una carrera en solitario en el año 2010. Tenía bastantes canciones en el cajón y me apetecía enseñarlas al mundo. Así publiqué mi primer disco Alba sísmica en el año 2014. Paralelamente, en 2013 fundé el grupo de habaneras femenino Les Anxovetes, y efectivamente no tiene nada que ver un proyecto con el otro. Con Les Anxovetes no hago nada de pop y en mi proyecto no se encuentran habaneras. 🙂
¿Cómo fue el proceso de grabación? Supongo que muy diferente de como lo haces con el grupo.
Sí, muy diferente, ya que el proceso de grabación de mi reciente disco El foc, el caliu i la cendra nos llevó más de un año, trabajando a fuego lento, pista a pista por separado y en dos estudios distintos. Con Les Anxovetes grabamos todos y todas a la vez, hacemos tres tomas de cada canción y luego escogemos la mejor toma. Es mucho más rápido, es otra manera de grabar, ambas con sus pros y sus contras.
¿Cómo nace una canción de Tona Gafarot? ¿Cuál es tu inspiración?
Siempre nace primero la música. Me viene una melodía a la cabeza (¡o la sueño!), luego pongo unos acordes a aquella melodía. Y luego, mucho tiempo después y con más esfuerzo y conciencia, viene la letra. Mi principal inspiración al escribir las letras es la reflexión. Me pasa algo u observo alguna cosa, me hago preguntas y llego a conclusiones, y luego le pongo palabras más buscadas y “más bonitas” a esas conclusiones, adaptando la letra a la melodía (sílabas, rimas, acentuaciones, cadencias…).
El disco está dividido en tres partes, las del título, El foc, el caliu i la cendra. ¿Qué significan estas tres partes? Creo que tiene que ver con las emociones, ¿no?
Sí, emociones que todos nosotros vivimos a lo largo de nuestras vidas, o tal vez a lo largo de un solo día. El foc (el fuego): la parte de la rebelión, de la crítica, de la fuerza. El caliu (la brasa o el calor): la parte de la ternura, del amor, de la cotidianidad. La cendra (la ceniza): la parte de la tristeza, de la introspección, del miedo. Corresponden dos canciones por cada bloque.
¿Tenías claro desde el principio que querías hacer un disco conceptual?
No, en absoluto. Lo vi claro cuando el proyecto estaba ya bastante avanzado (aún no tenía pensado ningún título para el disco, ni tampoco el número de pistas que habría). Pero un día lo vi muy claro: vi cada particularidad de las seis canciones que acabé seleccionando, vi que tomaban fuerza y mucho más sentido si las agrupaba de dos en dos y en tres bloques. Vi que, sin esta división, las seis canciones no tenían mucho sentido, pero que al asignarles este “proceso de combustión”, todo encajaba. Me podía permitir, de esta manera, poner canciones bastante diferentes en un mismo disco y que nada desentonase.
Este es un trabajo más eléctrico, alejado del folk de tu anterior trabajo Alba sísmica. ¿Por qué?
Decidí no cortarle las alas al productor musical del disco, Emili Bosch, el cual derrocha creatividad y buenas ideas, y no quise darle ninguna pauta respecto a la musicalidad del nuevo disco. No quise tener en cuenta mi anterior disco, ni mis influencias, ni lo que yo haría con aquellas canciones (en aquél momento “desnudas”). Confié -y confío- plenamente en él y en su gusto y talento, aún cuando sus propuestas me obligaban a salir de mi zona de confort y a oír en mis canciones sonoridades que en mi vida habría pensado que pudiera incorporar. Y me alegro muchísimo de haberlo hecho así porque me encanta ese giro que ha hecho mi música.
Cuéntanos un poco quién ha participado en el disco. Las colaboraciones que has tenido.
He tenido el placer de contar con músicos excelentes. Ya he comentado la gran tarea de Emili Bosch, que a parte de ser el productor musical, también ha puesto la guitarra eléctrica y los sintetizadores. Jordi Bosch ha puesto un bajo eléctrico con un gusto exquisito, y Toni Molina a la batería, con su flow tan personal y su larga experiencia que se hace notar, ha construido la base rítmica. Adrià Bravo ha dibujado un fantástico piano, casi fantasmagórico, a la canción “La nòria” (la última del disco); que por cierto, a raíz de esta colaboración, ya lo hemos fichado como miembro oficial de la banda. Y finalmente, Montse Ferrermoner y Marta Pérez (mis compañeras de Les Anxovetes, pero ante todo grandes amigas) han puesto su arte haciendo segundas voces en “Ombres dins el bosc” y “La nòria”, correspondientes a la parte de la ceniza, las dos últimas canciones del álbum.
Has grabado con Lluís Costa (al que por cierto hemos entrevistado hace poco, puedes leer la entrevista aquí) y Jordi Bosch, ¿qué han aportado a tu disco?
En el estudio de Lluís Costa, Soundclub Studio de Salt, grabamos las bases rítmicas y el bajo. Y todo lo demás se grabó en Cardamomo Studios de La Bisbal d’Empordà. Lluís Costa me aportó su experiencia y visión personal sobre cómo grabar la base rítmica, tanto de batería como de bajo. Siempre es enriquecedor trabajar con él. En Cardamomo Studios encontré un ambiente familiar y relajado que nos permitió trabajar libremente y sin prisas la sonoridad del disco, analizando y reflexionando sobre el sonido de cada canción. Además, Jordi Bosch aportó también su tiempo, trabajo y profesionalidad desde un estudio de Manchester, donde en aquel momento estaba realizando su máster en sonido.
¿Por qué escogiste “Adela” como primer single?
Porque el disco salía el 1 de enero de 2021 y el single salía unas semanas antes, justo en época de Navidad. Y “Adela” es un villancico moderno o villancico pop, y no cabía duda de que éste tenía que ser el primer single. Además, pienso que “Adela” es una canción muy potente, que suele gustar mucho y que es muy fiel a mi manera de componer. Así que era una canción ideal para una primera publicación y un avance del disco.
Dada la situación actual con la pandemia. ¿Has podido presentar el disco en directo? ¿Cómo te ha afectado esta situación?
La fecha prevista para la presentación del disco era el 15 de enero pero tuvimos que posponer el concierto debido al confinamiento municipal. La nueva fecha es el jueves 4 de marzo a las 20.00h en la Sala La Planeta de Girona, dentro del Festival Neu!. Las entradas se pueden adquirir en su página web www.neuhome.org. Esperamos que esta vez lo podamos tirar adelante. La pandemia no hace excepciones a nadie y obviamente la situación me está afectando como el resto de músicos. Aún así, lo que no consigue este virus es quitarme la ilusión, así que seguiremos con nuestros planes, con la misma motivación de siempre, esperando que esta situación no se alargue demasiado.
¿Cuáles son tus planes de futuro?
Mis planes con mi proyecto personal son seguir haciendo discos a fuego lento, cuando me lo pida el corazón y no solamente porque “toca hacerlo”. Mi música es mi válvula de escape y ésta no tiene horarios, no entiende de calendarios ni de trabajo regular. Cuando viene, viene. Así que iré haciendo canciones, sin prisa pero sin pausa, y grabándolas para que no se queden en un cajón.