Sandra Monfort, naturaleza muerta
La cantante, guitarrista y compositora valenciana Sandra Monfort publica su primer trabajo en solitario, sin su grupo Marala. Se titula Niño reptil ángel y lo edita en el sello independiente Hidden Track Records. En su música mezcla sonoridades electrónicas y pop con la música más tradicional y el folklore. En sus letras, pura poesía, se ve reflejada la naturaleza y el alma humana. Una combinación arrebatadora. De todo ello hablamos con ella en esta entrevista.
Eres miembro del grupo Marala. ¿Por qué decidiste dar un salto hacia tu carrera en solitario? ¿Y dónde queda Marala ahora?
Marala tiene un estilo muy concreto que se articula desde los tres vientres que somos: Selma, Clara y yo. La intención de mi proyecto en solitario era en un principio recopilar todos los temas que componía que no encajaban con Marala, y las ganas de crear un universo sonoro vertebrado desde mi propia experiencia, sin pasar por el filtro de Marala y ver qué se generaba.
Marala sigue siendo un eje, sigue estando en el centro ya que lo considero también un proyecto propio, aunque compartido.
Trabajo en 12 proyectos diferentes, en cada uno tengo un rol distinto (guitarrista, compositora, cantante, intérprete…). Ahora mismo los artistas difícilmente pueden sobrevivir con tan sólo un proyecto, ya que la economía sería tan inestable que nuestra vida tambalearía por todos los lados, así que nos buscamos la vida como podemos.
¿Qué diferencias ves entre crear música en solitario y crearla en grupo con tus compañeras de Marala?
Me siento mucho más insegura creando música en solitario, siento que tengo muchas más responsabilidad y presión ya que todas las decisiones pasan por mi y son ejecutadas desde mi centro de control y eso me posiciona en el centro, sola y desnuda, lo cual es mucho más agresivo que si estoy acompañada. Cuando trabajo con Marala, las tres decidimos. Hay un trabajo muy hondo de ceder la posición protagonista, la compartimos y nos acompañamos, y eso nos hace sentir más fuertes y seguras.
“Niño Reptil Ángel” es una de las canciones del disco, pero también le da título. ¿Por qué lo escogiste como título? ¿De qué habla esta canción?
No es la canción que más me gusta del disco como a veces pasa, pero el imaginario que recoge me interesa, ya que habla sobre una figura fuera de los márgenes de la normalidad, esa normalidad que resulta opresora. Se pone en cuestión la normalidad y también la muerte, la espiritualidad y la mitología.
“Niño Reptil Ángel” habla de un bebé que nace prematuro, que no se acaba de formar y por tanto con aspecto reptiliano: “manitas de sapo” y “pechito morao”. Muere y se convierte en ángel. Asciende hasta la luna y allá nos protege y llena con sus lágrimas los pozos y los ríos para que podamos beber. Además de todo el simbolismo y reflexión a la que me incita el nombre, me interesa a nivel poético: la estética reptiliana, acuática, y a la vez aquello celestial, lo no palpable que forma parte del misterio, que no tienen explicación y aparentemente no existe, pero todo el mundo nota que algo hay.
Es un disco que conecta mucho con la naturaleza, ¿qué te inspira la naturaleza y qué sientes que le da esta a tu música?
La inspiración de la naturaleza tiene raíz en la atracción que siento por la música tradicional y el folklore de cada tierra, y esa atracción no vienen dada desde una posición política sino histórica o cultural, es decir, no amo el folklore de mi tierra porque tenga un sentimiento de posesión y de indentidad con ella sino porque me interesa sonoramente y literariamente, me atrae el hecho de que sean cantos antiguos y la manera de explicar las historias a través de ellos. Me interesa el folklore de todas las tierras y sus gentes. En la música tradicional perdura el tacto directo con la naturaleza, está más presente en los corazones de la gente, se conoce más, se valora y aprecia más, y cuando yo experimento eso, siento más calma.
El disco mezcla sonoridades más tradicionales con la electrónica. ¿Por qué esta combinación?
Porque esas dos fuentes son las más presentes en mi imaginario sonoro. Ahora escucho más música electrónica. Escucho Sevdaliza, James Blake, The Blaze, Oneohtrix Point Never, Oklou, Fka Twigs, Maria Arnal i Marcel Bagés…
Antes escuchaba Ross Daly, Aynur Dogan, Efrén López, Savina Yannatou, Coetus, Aliboria y muuuchos archivos de cantos tradicionales de la península. Me parecía interesante unir esos dos universos sonoros y ver cómo dialogaban entre sí.
Tus canciones parecen verdaderas poesías, ¿crees que hay una línea muy fina entre lo que son las letras de las canciones y la poesía?
Depende de cómo me siento y las ganas que tenga de compartirme hago unas letras o otras, también tiene que ver mucho qué estoy leyendo en ese momento. Cuando compuse el disco leía muchísimo Lorca, Machado, Miguel Hernández, Miquel Martí i Pol, Isabel García Canet, Maria Mercé Marçal…
Encontraba en estos/as poetas paralelismos con la música tradicional en su forma de tratar los contornos del alma humana a través de metáforas extraídas de paisajes naturales. Y en el amor hacia la cotidianidad.
¿Cuáles son tus referentes literarios a nivel de poesía? ¿Y musicalmente?
Poesía que leo: Carles Mulet, Vicent Andrés Estellés, Isabel García Canet, Maria Mercé Marçal, Miquel Martí i Pol, Lorca, Machado, Vinyoli, Miguel Hernández, Alda Merini, Alexandra Pizarnic, Luna Miguel, Juana Dolores…
Escucho muchísma música, mis referentes son tantos que me cuesta enumerarlos. Mis amigos y amigas músicas con las que comparto vivencias y escenarios me inspiran e iluminan y diría que son mis referentes más directos: Myoboku, Sílvia Pérez Cruz, Lucas Delgado, Perpetu, Carles Caselles, Clara Fiol, Selma Bruna, Tarta Relena, crnds, Marçal Xirau, Anna Ferrer, Paula Grande, Melodie Gimard, Maria Lilia Cano, b1n0… Tengo muchos amigos y amigas con proyectos super interesantes y potentes.
También escucho Bad Bunny, Rosalia, Nathy Peluso, Zoo, Smoking Souls, Jorja Smith, Sen Senra, BENEE, Kate Bush…
La música tradicional forma parte de tu entorno, incluso creo que dedicaste tu trabajo de final de carrera a la música tradicional valenciana. ¿Cómo empezó esta conexión con lo más tradicional y qué es lo que te atrae de ella?
Tenía un profesor, Feliu Gasull, que me invitó a explorar la música tradicional de mi tierra y a hacer un arreglo con la guitarra, eso fue en 2º de carrera, me di cuenta de que no tenia ni idea de mi propio folklore. Inicié con la investigación y me resultó que tenía tanta riqueza esa música que me enganché de por vida a ella. Me atrae la fuerza de la herencia avtravés del canto, cómo se generaron y cómo han viajado por generaciones a través del imán de la tradición oral, y a la vez me genera atracción el miedo a que se pierdan ahora, que hay tanto volumen de música y producciones que se van enterrando poco a poco. Esta urgencia de rescate me mueve a cuidarlos y conservarlos. Me da mucha pena que se pierdan ya que llevan dentro el arrastre de muchísimas vivencias y polvo histórico y literario.
¿Cómo nace una canción de Sandra Monfort? ¿Qué es lo que te inspira a la hora de componer?
Nace cuando tengo tiempo de coger la guitarra y estar tranquila, cuando tengo tiempo de relajarme con mi instrumento, cuando tengo cosas que decir y ganas de decirlas cantando. Convertir mis miserias en canciones me hace sentirme mejor.
El disco tiene sonoridades muy luminosas, pero otras canciones son más oscuras. ¿Buscabas esta dualidad a nivel sonoro y de letras?
No me gustan las cosas muy luminosas ni tampoco las que son demasiado oscuras. La luz fuerte deslumbra y la oscuridad no deja ver, me resulta más interesante la penumbra. Generar espacios agrios y de tensión hace que la llegada de momentos dulces sea más placentera y al revés.
¿Cómo fue el proceso de grabación? Supongo que complejo, por las capas de voz, por ejemplo y las texturas electrónicas, pero que a la vez suenan tan naturales. ¿Ha sido muy diferente de la grabación de otros trabajos que has grabado anteriormente?
El proceso de grabación tuvo lugar en Santiago de Compostela, fue un proceso intenso, unos 3 meses de trabajo más los meses posteriores de mezcla y máster. Lo co-producimos crnds, Cibrán Seixo y yo.
Ha sido muy diferente a los trabajos que he grabado anteriormente porque partíamos de las canciones crudas a guitarra y voz. No habían unos arreglos hechos con banda, se tuvo que hacer una preproducción primero para ver hacia dónde queríamos conducir los temas y después una producción con muchísimas fases de prueba-error y prueba-victoria!
Lo fuimos esculpiendo poquito a poquito con mucha paciencia y amor.
¿Y cómo se trasladará esto a los directos el día que podamos volver a disfrutar de conciertos con normalidad?
Haré un directo sencillo porque en los tiempos que corren ser pretencioso es un peligro para el alma (y para la cartera). Nuestra generación hemos aprendido a caernos y la frustración que se levanta junto a nosotras desde la caída. Es normal que ahora vayamos con precaución a la hora de impulsar proyectos. Somos la generación más preparada y a la vez con mayor precariedad laboral, así que aunque sea un directo sencillo trataré de cuidar cada detalle para que haya belleza en cada elemento que constituye el directo y la máxima calidad que pueda ofrecer con mis recursos. Llevo muchos años trabajando en la música y muchos escenarios pisados y sé bien lo que funciona y lo que no. Tengo una dirección muy clara a nivel estético, discursivo y sonoro.
Volviendo al disco, la portada es muy inquietante. Parece un bebe, cuéntanos un poco el porqué de esta imagen y qué quieres transmitir con ella.
Es la imagen del Niño Reptil Ángel, un bebé llorando dentro de la barriga de su madre. Ha sido diseñada por “Goro Studio”. Quería que fuese algo vaporoso en un medio líquido, quería que fuese un bebé por toda la ternura que desprende esta figura, pero que no fuese super explícito. Me gusta porque te quedas mirando un rato la imagen intentando comprender qué es, dónde está su mano, su oreja, su nariz…
El disco lo publicas con el sello independiente Hidden Track. ¿Cómo llegaste a ellas?
¡Sí! Las seguía desde hacía bastante tiempo y me gustaba mucho su manera de cuidar a sus artistas y trabajar su marca, me gustaba la manera de expresarse y definirse por redes y la tendencia estilística de sus artistas. Era la primera de mis preferencias. Le escribí un correo a Louise Samson, la alma matter de Hidden Track, con un link de soundcloud del disco y me contestó un mensaje que me hizo saltar de alegría y llorar de emoción. Estoy muy contenta de trabajar con ellas, son unas currantas y cuidan muchísimo todo lo que pasa por sus manos.
¿Cuáles son tus planes de futuro? ¿Estás escribiendo nuevas canciones?
¡Tengo ya casi otro disco compuesto! ¡Mis planes son ir soltando más cosas y que no frene el motor! Tengo pendientes unas cuantas colaboraciones con artistas que me hacen muchísima ilusión.
Fotos: Elena Silvestre