Paul Zinnard, historias que surgen alrededor

2014 se ha ido dejándonos muy buena música. Entre los discos que merece la pena rescatar del año que nos dejó está este Clean-Cut and Rude de Paul Zinnard. Tercer disco del músico mallorquín Carlos Oliver, nos habla de ello en esta entrevista para Culturaca.

 

 

Para aquellos que no conozcan a la persona detrás de Paul Zinnard, ¿por qué Carlos Oliver se esconde detrás de este nombre y qué significa?

Cuando tomé la decisión de hacer un disco en solitario, lo siguiente que pensé fue que no quería usar mi nombre verdadero, en gran parte por timidez y en otra gran parte porque me ilusionaba la idea de deshacerme de mi pasado, usar un seudónimo era como volver a empezar, creándome la ilusión de que no había cometido errores en el pasado. Elegí el nombre de Paul como homenaje a mi anterior banda, y el apellido Zinnard lo saqué de un montaje que había preparado hace unos años inventándome un artista falso.

 

En tu Mallorca natal habías liderado bandas como The Bolivians o The Pauls hace ya unos años, ¿qué diferencia estos tres proyectos?

En realidad esos proyectos surgieron ya en Madrid. Me resulta difícil enumerar las diferencias, porque creo que se parecen mucho en la esencia. Para mí ha sido todo una búsqueda de la música. The Bolivians fue una gran escuela de escribir canciones, The Pauls fue una lucha larga para que las canciones se plasmaran con plenitud de emoción, y Paul Zinnard es solamente disfrutar sin pensar en lo aprendido, creo que es la mejor manera de describirlo que se me ocurre.

 

Este es tu tercer trabajo como Paul Zinnard, los tres discos son totalmente diferentes. ¿Por qué se diferencian tanto entre ellos? ¿Crees que tu sonido ha evolucionado y qué queda de aquel primer disco en este tercero?

Hay muchas circunstancias en la grabación de un disco más allá de plasmar las canciones que uno lleva en la cabeza, y una de la que nunca hablamos es del presupuesto. Paul Zinnard nació casi a la par que Two Mad Records, y el primer disco se grabó con más voluntad que medios, sin embargo, la ilusión de ese disco nos dio una energía que nos ha arrastrado hasta un tercer trabajo. Creo que a pesar de que parezcan discos muy distintos de sonido, el respeto por la canción se percibe igual. A veces pienso en el primer disco y me dan ganas de grabarlo de nuevo con el sonido que tiene la banda ahora, eso haría que desapareciese la percepción de que Paul Zinnard es un cantautor, aunque lo sea.

 

El disco se titula Clean-cut and rude. ¿Es el título una clara declaración de intenciones sobre tú música?

En cierto modo es una declaración de intenciones para romper una maldición. Hace años grabé un disco que nunca vio la luz con The Pauls, y el título era Clean-Cut and Rude. El año pasado me pasó lo mismo, ya como Paul Zinnard grabé un disco que no salió bien y no llegué a publicar. A la hora de poner título a este nuevo disco me asaltó la idea de que tenía que acabar con la maldición y que quizás había aprendido la lección de una vez por todas.

 

Muchos califican tu música de cercana al rock americano, ¿qué piensas de ello? ¿Te sientes identificado, son estas tus influencias y sino cuáles son? 

Sinceramente no lo sé, creo que la música americana ha sido y es una gran influencia, pero a estas alturas no puedo definir qué es americano, porque se mezcla demasiado con lo europeo. También mi manera de componer no se basa en otras músicas, al menos hoy por hoy, me interesan más las historias que veo cerca. Las influencias tendría que buscarlas en la música que escuché de niño, y ahí hay mucho Deep Purple, King Crimson y Rolling Stones, que eran ingleses, aunque en el último caso con una gran vocación americana.

 

Tras dos años reuniste a la banda y creo que en apenas tres días grabaste el disco. ¿Por qué tanto tiempo entre discos y tan poco para grabar? 

Tardé tanto porque entre medias escribí y grabé un disco que se ha quedado en un cajón. Después el motivo de grabar sólo en tres días responde a la necesidad de captar la espontaneidad, y eso para mí solo se puede hacer rápido. La idea era meternos en el estudio inmediatamente después de los ensayos, y solamente tres días para que no hubiera tiempo para pensar las cosas más de lo necesario.

 

¿Lo tenías muy claro todo a la hora de la grabación? ¿Llevas el disco muy preparado al estudio?

Primero llevo muy claras las canciones a los músicos, muy claras quiere decir que las letras han sufrido todos los cambios pertinentes, eso sería como el arquitecto que lleva los planos terminados al constructor para empezar a construir el edificio. Después en los ensayos todo coge forma sin perder de vista ese plano inicial. Luego el estudio siempre me ha resultado un sitio frío, como un quirófano, o como un espejo que te dice la verdad por dura que sea, así que utilizo el menor tiempo posible para no empezar a pensar si el peinado me queda bien así o asá.

 

¿Cómo surgen las canciones de Paul Zinnard? ¿Cuál es la chispa que enciende la inspiración?

Surgen de historias que suceden a mi alrededor o que me suceden a mí mismo, la chispa es insospechada, con lo cual dedico bastante tiempo a escribir sobre esas historias hasta que una salta al frente y demanda ser cantada.

 

¿Sobre que hablan tus letras? ¿Te desnudas en tus canciones?

En este último disco me he desnudado menos que en los anteriores, ser brutalmente honesto cansa mucho, y entonces hay que levantar la cabeza y echar un vistazo a lo que hacen los demás y escribir sobre ello. Creo que es algo más que un simple ejercicio, porque aunque hables de otros lo haces con sinceridad y desnudando tus emociones, pero descansas al menos de buscar en tu interior como punto de partida. Mis letras en este disco hablan de lo que ha sucedido a mi alrededor en el periodo de un año, aunque esto lo digo a posteriori, porque en el proceso de escribirlas no actúa mi intelecto, lo tengo sometido, (o eso creo).

 

 

La guitarra de Santi Guillén, el bajo de Miguel de Lucas, la batería de Cristian Chilo y el piano de Mauro Mietta te han acompañado a la hora de grabar el disco. ¿Qué aportan a tu música? 

La gran aportación de todos ellos es que aportan su alma, o su corazón, esto no es fácil de explicar, pero durante los ensayos nunca hemos mencionado el nombre de un acorde o apuntado una melodía, ellos han recreado la canción para su instrumento y han expuesto su corazón. Su manera de trabajar ha sido muy generosa y eso no es muy habitual.

 

Pablo Pulido y Luis Criado son los productores, ¿por qué ellos?

Porque veníamos de trabajar juntos en el disco anterior, el que está en un cajón, y aparte de apetecerme seguir trabajando con ellos, sentía que tenía una deuda moral por saldar.

 

Tengo entendido que la mayoría de las canciones están escritas utilizando la guitarra de Salvador Cardenal, músico nicaragüense recientemente fallecido. Cuéntanos un poco esta historia. 

Eso fue una casualidad, cuando llegué a Managua estaba buscando un sitio para concentrarme y escribir unas horas al día y a través de una amiga conocí a Marta que era su mujer, Salvador había muerto hacía pocos años, y ella tenía varias de sus guitarras por la casa. Cuando fui a verla me ofreció utilizar una de ellas y me regaló un disco suyo. No conocía la música de Salvador antes de llegar a Nicaragua, y me sorprendió mucho la manera de contar cosas y su empeño en defender la causa de la naturaleza, no puedo pensar en un referente en España que haga lo que hizo Salvador Cardenal en Nicaragua, defender el medio ambiente a través de la música.

 

En youtube has colgado una serie de vídeos sobre la gestación y grabación del disco. ¿Cómo surge esta idea? ¿No da un poco de pudor dejar entrar a todo el mundo en tu casa musical por así decirlo?

Cuando me surgió hacerlo no me pareció una gran idea, porque nunca fui partidario de dejar entrar a los comensales en la cocina, luego una vez hecho me he dado cuenta de que no todos los comensales entran en la cocina, y que los que entran es porque les ha gustado mucho el plato y quieren saber más. Me parece que es una especie de regalo para los que ya han probado el menú y les ha gustado.

 

Ahí se puede ver cómo dudabas sobre la inclusión en el disco de uno de los temas “You and I”, ¿por qué estas dudas?

Porque los últimos discos que hecho, me refiero a los tres como Paul Zinnard, son un reflejo de una etapa, si escucho alguna canción de Orbit One me viene a la cabeza una época y muchas vivencias, lo mismo me pasa con Songs of Hatred and Remorse. “You and I” era una canción de otra época, una época lejana además y no me parecía que encajara en un repertorio que se había forjado lejos en el tiempo y en los lugares. Decidí incluirla porque la modificación que sufrió la canción no fue un simple apaño, sino una especie de iluminación, fue como si hubiera arreglado algo que llevaba roto mucho tiempo y que me había estado pesando en la conciencia todos estos años, por eso finalmente pensé que esta experiencia sí pertenecía a la misma época del resto de las canciones y decidí incluirla en el último momento.

 

¿Cuáles son tus planes para el 2015?

Hacer conciertos sin parar, empezamos el 22 de enero en Zamora, 23 en Valladolid, 5 de febrero en Valencia, 13 en Getafe y así iremos sumando fechas hasta el 2016. Pura felicidad.