One Piece, el rey de los piratas en carne y hueso

Imagen de los protagonista de One Piece

Hacer una adaptación con actores de un anime no es cosa fácil. Sobre todo si el anime tiene tanto recorrido y un ejército de fans acérrimos, como es el caso de One Piece. Pero Netflix se ha lanzado a la piscina (o al océano) con esta adaptación del anime del estudio Toei Animation, adaptación a su vez del Eiichiro Oda.

Un barril aparece flotando en medio del océano. La tripulación de un temible barco pirata lo recoge, pensando que irá cargado de licor. Pero no. En lugar de ello, aparece un muchacho de camisa roja y sombrero de paja. No es otro que el gran protagonista de esta saga. Monkey D. Luffy, un muchacho con una sonrisa contagiosa y con la convicción férrea de que va a convertirse en el rey de los piratas.

Póster de la serie One Piece de Netflix

Antes de seguir, tengo que reconocer que no había visto más que tres o cuatro episodios del anime One Piece, y solo conocía los fundamentos básicos de ese universo. Un mundo de piratas que surcan los mares y se enriquecen a base de abordajes, pero con un divertido componente mágico: las “frutas del diablo”, que confieren a quien se las come curiosísimas habilidades sobrehumanas, pero con un punto débil: el agua del mar los debilita enormemente. Algo bastante peligroso en un mundo de aventuras marítimas.

La motivación de Luffy, y de todo pirata que se precie, es encontrar el One Piece, un tesoro de valor incalculable que en su día fue propiedad del temible pirata Gol D. Roger. Antes de ser ejecutado, Gol D. Roger anunció públicamente que había escondido el legendario One Piece en algún rincón de los mares, y que quien lo encontrara se lo podría quedar. Así empezó la Gran Era de los Piratas.

La serie consigue capturar la magia de este universo, sus combates frenéticos y el magnético atractivo de sus protagonistas, sobre todo el carismático Luffy. El reto es mayúsculo, ya que es una serie caracterizada por lo estrambótico de las ubicaciones y de los personajes, especialmente los que tienen habilidades conferidas por las frutas del diablo. Vista esta primera temporada, creo que han superado la prueba, sobre todo viendo cómo han representado los poderes de Luffy y, por ejemplo, los de Buggy, el pirata payaso.

Comparación entre el anime y la serie con actores reales de One Piece con una imagen de su protagonista

Las interpretaciones de los actores, previsiblemente, se inclinan hacia el histrionismo para acercarse a sus contrapartidas animadas, y esto puede resultar demasiado en algunos momentos.

Además, algo difícil de adaptar es la violencia. En el anime, la violencia física y la crueldad tienen un trato bastante infantil y siempre pueden llevar a la carcajada, mientras que en la versión con actores puede resultar más duro. Sin hacer spoilers, pongo como ejemplo la primera aparición de Buggy y el público que tiene sometido o la historia de Zeff, el pirata cocinero.

Dicho esto, la serie combina hábilmente acción trepidante, gags de humor, tramas más serias y fascinantes flashbacks que explican los orígenes de cada uno de los protagonistas. Pero lo mejor es el contagioso idealismo de Luffy y su defensa incondicional de la amistad y del derecho a perseguir los sueños.

Te recomiendo que zarpes con esta alocada tripulación en busca del codiciado One Piece. te espera un sinfín de personajes memorables y de historias conmovedoras. No te arrepentirás.

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