Master of None
Hay que querer a Aziz Ansari. O, al menos, a su adorable alter ego Dev Shah, protagonista de Master of None. Una serie escrita, dirigida y protagonizada por el propio Ansari.
Master of None, emitida por Netflix, es una serie maravillosa, divertida y entrañable. Seguimos el día a día de Dev Shah, un actor de origen indio que vive en Nueva York. Vemos sus divertidos trabajos en publicidad, sus escarceos con el cine, la relación que tiene con su pequeño grupo de amigos y sus intentos de encontrar el amor.
Debo reconocer que cuando abordé esta serie, pensé: “De acuerdo, otra serie escrita y protagonizada por un cómico. ¿Va a ser como Louie?”. Por suerte para mí, me equivoqué. El primer episodio me enamoró.
Master of None (“maestro de nada”) atrapa por su aparente sencillez, por su calidad humana y por un humor cotidiano muy sutil. Sus personajes son más entrañables que cómicos, y no tardas en desarrollar un interés por ellos, en querer saber más sobre sus vidas.
Un aspecto que me gusta mucho de la serie es la construcción de la narrativa en episodios temáticos. Cada nueva entrega trata un tema en particular (las citas, los padres, la inmigración, la gente mayor…), y desde ese ángulo se construye la historia.
También resulta muy agradable el prisma naturalista con el que vemos el día a día de los personajes, su carácter eminentemente educado, sus idiosincrasias y sus intimidades. Los conflictos de los personajes no son nada nuevo (hacerse mayor, forjar relaciones, dudar, tomar decisiones…), pero disfrutarás acompañándolos.
Los diez episodios de la primera temporada te enamorarán, y los diez de la segunda rematarán el trabajo. Master of None es una ficción sencilla y brillante, que te levantará una sonrisa tierna durante treinta minutos; sobre todo algunos de los personajes, como el gran Arnold o el pequeño Mario.
De momento, todavía no se ha confirmado si habrá una tercera temporada, a pesar de los aplausos generalizados de público y crítica. Al parecer, Aziz Ansari quiere hacer más material para la serie, pero quiere esperar un poco. Esperemos que no sea demasiado.