Liz Phair. Historias de terror.

Se destapa la cantante Liz Phair como una gran autora de relatos en el que es su primer libro. Historias de terror es una autobiografía poco al uso. No esperéis aquí un relato cronológico de su vida ni de su carrera profesional. Aunque habla de ambas, ha escogido un formato diferente para hacerlo: el relato. El libro está publicado por Editorial Contra.

Para aquellos que no la conozcan, Liz Phair fue una de las grandes rockeras de los noventa, con su disco Exile in Guyville de 1993 dio un vuelvo a la escena musical. Sus letras provocadoras, directas y sin tapujos trastocaron un género tan masculinizado como el rock. En este disco daba respuesta al Exile on Main Street de los Stones. Phair escribió las letras desde el punto de vista de una mujer. Canciones explícitas sexualmente como “Fuck and Run” o “Flower” levantaron muchas ampollas. El título del disco hacía referencia también a la canción de Urge Overkill, “Goodbye to Guyville”, como el grupo llamaba a la escena alternativa masculina de Chicago de donde es originaria Phair.

Unas cuantas décadas después publica sus memorias y lejos de contarte aquello de soy una niña adoptada por una familia bien de Chicago que se volvió rebelde y se hizo rockera, que también lo cuenta, Liz Phair hace un ejercicio de sinceridad brutal y descarnado. Se desnuda en cada relato, sus miedos y frustraciones, sus anhelos y preocupaciones. No es un retrato buenista de sí misma, sino todo lo contrario, no tiene piedad consigo misma.

Liz Phair se muestra tal y como es y eso es digno de mención. Cada capítulo del libro es un relato sobre una experiencia de su vida que la ha marcado o ha dejado una huella imborrable, tanto como para formar parte de su forma de ser, algo que se ha llevado consigo misma para siempre, para bien o para mal. 17 recuerdos poco agradables, esas historias de terror del título. Puede ser que hablen de su carrera profesional, algunos de pleno, otros tangencialmente, otros ni por asomo. Pero hablan de Liz Phair al 100%.

Y eso es precisamente lo mejor del libro: la sinceridad y profundidad con la que Phair se expresa. Gracias a ello hace que te quedes enganchada a sus historias, que empatices con ella por completo, hasta en las situaciones más absurdas. Su sinceridad es marca de la casa, ya lo era en sus canciones, así que no iba a ser menos en estos relatos. Desde una sesión de fotos incómoda, su trabajo con un productor envuelto en un escándalo, el famoso apagón de Nueva York o cuando se vio en la calle en plena ventisca de nieve después de un concierto, sus relaciones y sus dolorosos fracasos, su maternidad, su infancia, su familia, una experiencia traumática en la universidad y así hasta 17 historias.

Una vida, al fin y al cabo, unos hechos y recuerdos que la han marcado y han marcado su personalidad. Liz Phair sabe transformar eso en arte literario y atraparte. Mostrándose tal y como es sin miedo a esas historias de terror que le dejaron una huella tan profunda. Esperemos que podamos seguir disfrutando de sus relatos en futuros libros. Estoy deseando leer más cosas suyas.

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