Le Petit Ramon. La 2 de Apolo. Barcelona.

Músicos como Ramon Faura tienen la cualidad innata de vivir intensa y apasionadamente la música. Lo demuestra en sus discos y por supuesto, en sus directos. Dentro del Curtcircuit, presentaba su nuevo trabajo como Le Petit Ramon, un disco doble titulado Senyores Senyores Senyores.

 

Le Petit Ramon

 

Brou fue su último trabajo, hace ya unos cuantos años, el disco es de 2011. Se ha tomado su tiempo, tampoco ha estado parado, los irreverentes Macho es uno de los proyectos que lo han mantenido ocupado. Ahora ha vuelto acompañado de una banda de excepción, Waldorf Astoria formados por Xavi Artigas a los teclados y voces, Israel Ortega a la batería y voces y Tony Laming, al bajo y voces. Con esta formación se subía al escenario de la 2 de Apolo dispuesto a hacernos bailar sin parar. Y vaya si lo consiguió.

 

Sus canciones son mezcla pura de sus obsesiones musicales: punk rock, folk, garaje, psicodelia,…Todo eso se entrelaza en sus composiciones. Sus directos son crudos, directos y explosivos. Y la energía rabiosa que fluye de Le Petit Ramon hace que lo de petit se le quede pequeño. Sobre el escenario Ramon es una furia y en esta ocasión además muy bien acompañada por unos Waldorf Astoria pletóricos.

 

Le Petit Ramon

 

Abrió el concierto con la sixties “Noia”, también sonaron muchos de los temas de su último disco como “Foc”, “El conseller”, la impresionante “Caramels” dedicada a su hijo Nic, “Et vull” o “Cor de vaca i dolor” o com Céline meets Robert Johnson según Le Petit Ramon. Una tras otra fueron cayendo las canciones, como una descarga sónica guitarrera. De las numerosas colaboraciones del disco contaron además con la presencia sobre el escenario de Yacine Belahcene en “Sabó”, recitando y cantando en argelino mientras las psicodelia nos envolvía. Ignacio Lois, el joven Mozart como lo llamó Ramon, subió a tocar el teclado en la épica “Enfilada”. La noche se cerró con un canción con madera de clásico “Escandinavia” y el público enloquecido cantando a gritos. Impresionante.

 

Fotos: Carles Rodríguez

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