James Rhodes. Fugas o la ansiedad de sentirse vivo.
Tras el magnífico, a la par que desgarrador, relato de sus experiencias vitales en Instrumental, el pianista James Rhodes vuelve a desgranarnos sus anhelos, miedos y preocupaciones en Fugas. Blackie Books publica este segundo tomo autobiográfico en el que Rhodes nos explica su vida más allá de su pasado, aunque éste esté siempre presente. Ya no se trata de explicarnos cómo llegó aquí, sino de hacernos partícipes de su ahora. Si en Instrumental descubríamos los horrores de los abusos sexuales que sufría de niño por parte de un profesor y el infierno que vivió por su causa y de cómo la música le ayudó a sobrellevarlo, a pesar de los problemas mentales, las drogas, la desesperación o la autotortura psicológica. En Fugas, Rhodes nos cuenta a modo de diario, el último año de su vida y cómo la ha vivido a pesar de sus miedos y ansiedad, cómo ha superado un poco más todo lo que le pasó en el pasado para dar un paso adelante y disfrutar de las mieles del éxito.
La sinceridad es uno de los grandes aciertos de Rhodes como escritor. No tiene miedo a mostrarse vulnerable, destrozado, dolido, desamparado y al borde el colapso. No tiene miedo de mostrarse dentro del caos mental que vive a veces, al contrario. Rhodes explica, con fluidez y un lenguaje que engancha desde la primera página, sus nervios y ansiedad y nos hace partícipes, haciendo también patente que la ansiedad es un hecho, lamentablemente habitual, en nuestro día a día. De acuerdo, que además, su día a día no es exactamente como el nuestro. De gira por el mundo tocando música clásica, de hotel en hotel, de avión en avión, de sala de conciertos en sala de conciertos y de crisis de ansiedad en crisis de ansiedad. Pero aún así, a pesar de todo, encuentra ese resquicio que le permite disfrutar de lo que hace, lo que más desea en este mundo. Y ese resquicio es la música. Es Bach, es Chopin, Beethoven, Rajmáninov, Puccini y Gluck. Estos compositores son los que acompañan la lectura de Fugas. Recomiendo encarecidamente que escuchéis mientras leéis las piezas que menciona Rhodes al principio de cada capítulo. Los libros de James Rhodes no solo se leen, también se escuchan. Y eso es un doble placer. Se aprende de su vida, pero también de compositores clásicos, de sus obras, de intérpretes, de su historia y de cómo encajan en la vida del pianista y escritor. Y con ello, cada vez más, nos va introduciendo poco a poco en un mundo para muchos de nosotros algo desconocido, el de la llamada música clásica.
Pero este libro también es importante para aprender, para recapacitar, que quizás a la vida no hay que ponerle un listón tan alto que nos ahogue. Es un libro sobre como disfrutar de la misma más y mejor. Pero también es importante porque habla con naturalidad de temas muchas veces silenciados o tenidos poco en cuenta como la depresión o la ansiedad. Y lo hace además desde su propia experiencia y con el humor y la ironía que le caracterizan, pero también con la seriedad que temas así se merecen. Muchas veces se duele de hablar de cosas tan terribles como los abusos sexuales que padeció pero se repite, una y otra vez, que es necesario, que es algo de lo que hay que hablar, que ayuda y que no se puede callar aunque le duela. Demosle las gracias por abrirse en canal y hacer ese esfuerzo, hagámoslo leyendo su libro o escuchando su música. Merece la pena.