Hijos del Tercer Reich, en todas partes cuecen habas

Hijos del Tercer Reich
Dirigida por: Philipp Kadelbach
Con Volker Bruch, Tom Schilling, Katharina Schüttler, Miriam Stein, Ludwig Trepte
Recientemente hemos descubierto este miniserie alemana de 2013 sobre la Segunda Guerra Mundial, que mucha gente ha definido como la versión alemana de Band of brothers. Y ciertamente tiene algo de Hollywoodiense. O la versión alemana de lo que es una película bélica de Hollywood.
El título en alemán es Unsere Mütter, unsere Väter (Nuestras madres, nuestros padres). El primero de los tres capítulos (de 90 minutos cada uno) empieza en Berlín, en verano de 1941. La guerra está en pleno apogeo. Los judíos están marcados ya por el estigma (pueden vivir normalmente unos pocos que gozan de privilegios de algún tipo).
Un grupo de amigos se reúne para pasar sus últimas horas juntos antes de separarse. Dos chicas y tres chicos, jóvenes y risueños, amantes de las risas, las cervezas, los bailes, la música swing. Pero sus vidas están a punto de cambiar, y lo intuyen.
Dos de ellos, los hermanos Wilhelm y Friedhelm, están a punto de partir al frente. Uno de ellos ya ha combatido y ha sido condecorado, el otro es un literato horrorizado por la idea de la guerra. Una de las chicas, Charly, también parte hacia el frente para hacer de enfermera y servir a la patria. Su amiga Greta se quedará en Berlín para perseguir su sueño de convertirse en cantante. Por último está Viktor, el novio de Greta, que trabaja en la sastrería de su padre. Viktor es judío y su mundo corre mucho peligro.
Todo empieza con una promesa. Se hacen una fotografía que captura un momento irrepetible. Y prometen encontrarse ahí mismo, los cinco, las próximas Navidades, cuando la guerra haya acabado. Eso es bastante optimista por su parte.
A partir de aquí, seguimos cada una de sus historias. Al llegar al frente, las diferencias personales de Wilhelm y Friedhelm se acrecentan. Charly no tarda en comprobar que ser una enfermera patriótica en el frente no es ningún camino de rosas. Greta y Viktor se quedan en Berlín, pero sus vidas cambian demasiado, demasiado rápido.
Una de las cosas que sorprenden de la serie es cómo se representa a los soldados alemanes. Los soldados son víctimas de las circunstancias, y están horrorizados por la “otra” guerra. Hay una guerra normal, que es la invasión de los territorios enemigos. Luego está la otra guerra, la del Führer. Los asesinatos de judíos, los saqueos, las matanzas a sangre fría.
Aquí no vemos héroes ni personajes simples, sino seres humanos que se descubren a sí mismo haciendo cosas aborrecibles, preguntándose “¿Qué estoy haciendo?” Esta pregunta me parece una metáfora de lo que fue el crecimiento del terror nazi. Al principio se impone la razón y uno se cuestiona cosas. Al cabo de poco uno entra en la maquinaria de la guerra y obedece sin plantearse nada.
La serie ha levantado bastante revuelo en varios países. No faltan las críticas por ser demasiado superficial, por humanizar demasiado a los soldados alemanes, por mostrar a los polacos como grandes antisemitas, por no mostrar con más profundidad el horror nazi… Supongo que aquí entra esa naturaleza Hollywoodiense de la serie. Trata una temática terrible de una forma relativamente idealizada. Todos empatizamos con los personajes, los adoptamos, queremos que les vaya todo bien. Y por unos momentos olvidamos la gran maquinaria de destrucción que avanza en el fondo.
Dicho esto, y a pesar de su posible superficialidad, Hijos del Tercer Reich es muy recomendable. Aunque sólo sea para ver cómo alguien vive la desilusión, la locura de la guerra, la pérdida de esperanza ante la lógica macabra de las cosas. Aquí tienes un tráiler. Un aviso: si empiezas, no podrás parar.
Ilustración: Joan Ignasi Guardiet