Fundación Tony Manero: “Estar en una banda por inercia hace mucho daño a la música”.

Están de enhorabuena los amantes de la música disco, un género que tuvo su pico de audiencia más alto a mediados de los setenta. Esta vez de la mano de la mítica banda catalana, que ha conseguido de nuevo darle una vuelta de tuerca al género gracias a su último largo. “Sintetizadores ácidos, pianos digitales, cajas de ritmo primitivas y riffs de vientos cortantes” es lo que nos vamos a encontrar en Superficial (Music Bus, 2014).

 

Entrevistamos a Lalo López, guitarrista de la Fundación Tony Manero y una de las cabezas pensantes del conjunto disco-funk con motivo del concierto que darán el jueves que viene en la sala El Sol de Madrid.

 

Fundación Tony Manero

 

Han pasado cinco años desde que la Fundación Tony Manero sacará ‘Pandilleros’ (Music Bus, 2009). ¿Qué es lo que más echabas de menos de este proyecto?

Muchas cosas. Los Manero somos como una familia, tanto para lo bueno como para lo malo. Digamos que si pasas mucho tiempo en familia acabas estando harto de ella. Así que nos tomamos un respiro. A veces ese respiro ayuda a ver las cosas con perspectiva y estar en una banda por inercia hace mucho daño a la música. También dio la casualidad de que coincidió con la crisis de los 30-40 y nos preguntamos qué papel tenía la música en nuestras vidas. Ahora las cosas están muy mal afuera y en familia, en nuestro caso la Manero, se está muy bien.

 

¿No os parece que sacar un disco hoy en día en un acto de fe?

Sí, es verdad. Y encima hay un añadido: el mercado es muy caníbal, busca cosas nuevas, sensaciones insólitas. En el cine también pasa igual. No hay papeles para actores de mediana edad. Tras 19 años con el proyecto, es muy difícil seguir estando en el candelero y tener la misma exposición en medios. Al final haces un disco para decir que existes. Antes era una especie de expresión artística, una tradición. Ahora el disco es una necesidad para sacar la cabecilla y decir: “Hola, estoy aquí”. Antes había un presupuesto y ahora es un háztelo tú mismo constante.

 

¿Quién ha sido el/la encargado/a de diseñar la portada? Me parece que ha sabido plasmar la esencia del largo en apenas 12 x 12 cm.

La ha hecho Chema Peral, un crack de la ilustración. A nosotros siempre nos han gustado los cómics, la ilustración… En definitiva el arte gráfico. Así que hemos intentado que nuestros cedés fueran objeto chulos con portadas chulas. Esta vez queríamos que ese giro hacia la música disco de los ochenta se viera reflejado en la portada y Peral dio en el clavo. Visualmente es muy fresco y muy del rollo disco de los 80.

 

fundacion_tony_manero_superficial-portada

 

¿Es “D.W.M.F” uno de los temas que marca el ritmo de las demás canciones?

Sí, se puede decir que “D.W.M.F.” define bastante bien la esencia de este trabajo. Aunque es una instrumental, jaja. En este último trabajo hemos intentado ser coherentes con el tipo de producción, el uso de los teclados, de las guitarras.

 

¿Por qué la música disco y no otro géneros?

Siempre hemos sido gente con una concepción bastante hedonista de la vida y con un sentido del humor acentuado. En ese momento (mitad de los 90) nos pilló con veintitantos años bailando en clubs de Barcelona. Nos apeteció muchísimo reivindicar la música negra y a la vez hacer algo gamberro y provocador para que la gente dijese: “Qué horterada”. Aunque no nacimos aprendidos. De hecho, escuchábamos lo típico: Chic, Boney M., Villlage People… Nos encantaban las bandas, la manera de vestir, esos pantalones de pata de elefante. Era súper colorista todo. Era algo que nos llamó mucho la atención y nos apeteció llevar la contraria.

 

¿Cómo vivisteis eso de ser uno de los grupos pioneros del disco-funk en España?

No nos lo planteábamos. Nos dedicábamos a montar una fiesta para reunir a nuestra gente. Empezamos haciendo versiones, pero poco a poco fuimos amando el género más allá de los clásicos y nos dimos cuenta de que había sellos y bandas que conectaban con lo que nos gustaba.

 

¿Crees que en la actualidad la música negra en Cataluña está en auge de nuevo?

Yo no diría que está en auge. Hemos pasado por varias “oleadas”. De golpe sale un grupo o nosotros en su momento, pero la cosa bajó un poco. Luego hubo un resurgir con la moda del soul y el deep funk… Ha habido picos de interés que hacen que la música negra esté en segunda página. Lo que hace falta todavía es un público consistente. Los mods tenían sus códigos de vestir y sus garitos, por ejemplo. La música negra está huérfana de señas de identidad, digamos. También te digo que el disco y el funk se han fusionado con otros estilos hasta pasar desapercibidos. Maroon 5 o Beyoncé hacen cosas disco y funk; Pharrel se atreve con el soul. La música comercial ha cogido elementos de la música negra y le ha quitado parte de su personalidad, haciendo que ésta se diferencie menos.

 

¿Con lo cual el género no trasciende más allá de la canción de moda, no?

Exacto. La gente asiste a un concierto de música negra y se va a casa con la sensación de haber ido a un concierto de música festiva, por así decirlo.

 

Bueno, vayamos al grano. ¿En qué se diferencia la mujer de la que habláis en “Super sexy girl” de la que describís en “Chica B”?  

Yo diría que “Super sexy girl” es una canción sobre una chica sexy en general, una oda a la belleza dentro de unos términos más generales. “Chica B” está inspirado directamente en una b-girl, una chica que baila break. Me gusta mucho ese tipo de chicas porque reivindican el baile y lo hacen desinteresadamente.

 

Fundación TONY-MANERO

 

El baile, el baile, el baile. ¿Además del baile, las chicas y el sexo, hay algo más detrás de Superficial?

Hay algo más, jaja… Hemos intentado ampliar nuestro discurso, pero al final el género es el mensaje. La música disco habla de chicas, de baile, de relaciones y de discoteca. Lo que la hace diferente es su capacidad para exaltar unos sentimientos de comunidad. De hecho, si nos remitimos a sus orígenes es una música de minorías étnicas que nace en Nueva York a finales de los 70. La gente se reunía para bailar, para expresar su sentimiento de comunidad y sobre todo para ser felices. Eso es lo bonito de la música, que sin ser política, ni dar lecciones, hace feliz a muchas personas. Nos tomamos nuestro curro súper en serio pese a que a veces hagamos canciones que puedan parecer superficiales.

 

¿El título entonces es una especie de paradoja?

Algo así. Muchas veces la gente nos toma a cachondeo y piensa que somos una banda insustancial y hortera. Así que lo asumimos y nos atrevimos a titular así.

 

¿No es como un que te jodan en toda regla a esas personas?

Sí, exactamente. Jaja.

 

Habéis vuelto con una formación renovada. ¿Qué cosas han aportado Marc Benaiges (batería) y Marçal “Sweet Lips” Borràs (trompetista) al grupo? 

Son el relevo generacional. No es que seamos unos viejos, pero se nota la edad. Ellos han aportado una visión diferente en la promoción. También mucha energía e ilusión a la hora de afrontar retos. Eso hace que nos pongamos las pilas y no nos durmamos en los laureles.

 

Vaya… ¿Entonces qué espectáculo se van a encontrar los asistentes? ¿Usaréis pantalones de campana y camisa abierta hasta medio pecho?

El concierto ha de ser un espectáculo y vamos a hacer bailar.

Cuando empezamos la ropa de segunda mano de los setenta era muy barata, pero ahora que no hay tanta es mucho más cara… En el fondo dejamos de vestir así para convertirnos en gente elegante que hace música elegante.

 

Gente elegante que canta en castellano y a veces en spanglish. ¿Dónde queda para vosotros el catalán?

Eso mismo nos preguntamos. Yo como compositor me expreso en castellano de manera natural para Manero, pero si en algún momento se me ocurriese algo, técnicamente puede funcionar perfectamente. Es simplemente encontrar la idea, el gancho. De momento llevo años escribiendo y no me ha salido nada en catalán.

 

Para acabar, ¿qué es eso de Colectivo Nación Funk?

La madre de todo son los Manero. Somos casi una veintena de personas que le profesan amor a otros subgéneros de la música negra. Deliciosa, el bajista, le gustaba el latin funk y el latin soul y montó Los Fulanos. En esta banda está el batería de mi otra banda, Chocadelia Internacional, que lleva un rollo funk más rockero y más político. En total lo dicho, casi veinte músicos trabajando en el mismo local, en donde tenemos el estudio. Al final eso se convierte en un colectivo. Una pequeña nación de funk… Incluso hemos tomado la determinación de funcionar como mini-sello y agencia de promoción y así llegar a más gente con nuestros proyectos y los de otros que también están relacionados con la música negra. La finalidad, de la que antes te hablaba, es crear una escena.

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