El dolor de la adolescencia, bullying en institutos japoneses
En los últimos días me he leído un libro y un manga que trataban, sin buscarlo, del mismo tema, el bullying escolar. El primero ha sido Heaven de Mieko Kawakami. Un libro que compré por curiosidad en el aeropuerto de Ámsterdam ante una espera interminable hasta mi vuelo. Aquí aún no se ha traducido. Tenía en mi lista de pendientes Pechos y huevos publicado en castellano por Seix Barral, así que me pareció una buena idea empezar por esta novela que es, de hecho, anterior. El segundo ha sido Mi amigo Capricornio, un manga cuya idea original es de Otsuichi y el manga en sí de Masaru Miyokawa, publicado en castellano por Milky Way Ediciones. Como decía ambos tratan el mismo tema, pero desde puntos de vista diferentes.
En Heaven conocemos la historia de un joven de 14 años que sufre de un acoso escolar brutal por parte de sus compañeros de clase. Un día empieza a recibir notas de una compañera, Kojima, que también sufre de ese mismo acoso y se hacen amigos. Ambos comparten experiencias, miedos, secretos y una actitud ante la vida muy diferente. Nuestro protagonista sufre lo que no está escrito, los abusos son terribles y Kawakami no nos ahorra ningún detalle. La brutalidad que deben sufrir muchas personas víctimas de acoso escolar existe, es una realidad punzante. Pero, ¿qué lleva a sus compañeros a ensañarse con nuestro protagonista y su amiga? Nuestro protagonista intenta entender el por qué, pero su amiga Kojima lo acepta de una forma que él no comparte.
La vida del protagonista no es fácil. La situación en casa es complicada, en clase vive un infierno y no sabe muy bien por dónde escapar. La única salida que encuentra a su martirio son esas cartas secretas que comparte con Kojima. Este proceso y esta relación le cambiará y nosotros seguiremos ese camino tortuoso que el protagonista está siguiendo muy a pesar suyo. No quiero desvelar mucho más. Simplemente decir que es un libro doloroso, pero tremendamente bien escrito, que te hace sufrir con cada experiencia que nos narra. Es una historia de incomprensión, de aislamiento, de dolor, pero también de autodescubrimiento.
Por el contrario, Mi amigo capricornio es algo totalmente diferente. Una noche el joven Yûya Matsuda se encuentra a su compañero de clase Naoto Wakatsuki. Este acaba de matar al compañero de clase que abusaba de él. Todo el colegio sabía que era víctima de bullying y nadie hizo nada. Yûya decide entonces ayudarle a esconderse y huir con él, pero en el viaje descubrirá que no todo es como parece en esta historia. En este caso, Mi amigo capricornio nos cuenta la historia del testigo del bullying y de la importancia de no callarse y denunciar. Aunque en realidad el manga toque el tema de manera superficial.
Con un toque policiaco e incluso ligeramente fantástico, Mi amigo Capricornio habla de la amistad que se forja entre dos jóvenes que en principio no tienen nada en común. Pero también es una historia de investigación, en la que el protagonista se convierte en detective improvisado para ayudar a su nuevo amigo. Para mí, el verano siempre es para la policiaca, es un género que asocio a esta época, así que me ha encantado descubrir este lado inesperado en esta historia sencilla que se lee en un suspiro y que tiene unos giros finales que no te esperas.