DA Film Festival, últimas aproximaciones

Ya pasó, ya se acabó. El DA Film Festival terminó y aún seguimos paladeando alguna de sus películas. Es nuestra oportunidad de ver algunas de las mejores obras del cine de autor. Algunas pasarán por nuestras pantallas, muchas de ellas jamás se estrenarán. Una verdadera tragedia, aunque gracias al festival hemos podido verlas. Es de órdago que películas como 2oth Century Women aún no se haya estrenado en nuestro país y que no tenga fecha de estreno o que la película que ha ganado el Premio del Público, la fantástica The Women Who Left de Lav Diaz, no tenga cabida probablemente en nuestras pantallas. Mientras cargamos pilas para la edición del año que viene, os recordamos algunas de la películas que han pasado por delante de nuestras retinas en la edición de este año.

20th Century Women

Hay películas y películas, y luego esta 20^th Century Women de Mike Mills. Una obra maestra, sí obra maestra y no me quedo corta al escribirlo. Es ese tipo de películas Made in Hollywood perfectas. Aún saben como hacerlo. La lástima, que aquí de momento no se va estrenar. Maldita sea. Gracias al DA Film Festival hemos podido disfrutar de esta joya brillantemente dirigida, con un guión redondo, unos personajes que son caramelos y unas actuaciones espectaculares de Annette Bening, Elle Fanning, Greta Gerwig, Billy Crudup y Lucas Jade Zumann. Ya lo ha dicho nuestro querido Jorge-Mauro de Pedro, ¿quién no quiere tener una madre como Annette Benning? Historia de iniciación, de como una madre se enfrenta sola a la maternidad y como embarca a dos amigas mucho más jóvenes que ella en la educación de su hijo. Una madre que nota el salto generacional y que intenta entender a su hijo. Son los años setenta y América está preparándose para entrar en la era Nixon. El horror. Y toda una generación se acaba de caer del burro del amor libre y haz el amor y no la guerra para caer en la depresión/represión. Una en la que el punk rock se abrirá camino a patadas, en la que los jóvenes querrán revelarse y encontrarán en la música su forma de expresar la rabia que sienten. No es de extrañar la excelente selección musical que acompaña al film, Mike Mills fue director de vídeos de grupos como Sonic Youth.  Suicide, Talking Heads, Black Flag, Buzzcoks, Raincoats, por citar a algunos. Por todo esto y mucho más, 20^th Century Women tendría que estrenarse ya. Por el retrato de esas tres generaciones de mujeres que se enfrentan a los retos del siglo XX como pueden. Lo dicho, obra maestra.

The Levelling

Debut en la dirección de Hope Dickson Leach. The Levelling es una película íntima, un relato personal sobre el crecimiento, sobre descubrirse a uno mismo y enfrentarse a tu pasado para encarar el futuro. Es una película sobre Clover, excelente Elie Kendrick, una joven que regresa a la granja de su familia tras la inesperada muerte de su hermano mayor. En este relato de regreso al hogar, Clover se enfrentará a la extraña muerte de su hermano, a un padre distante y difícil con el que nunca se llevó bien y a una granja que se convierte también en protagonista. Clover deberá afrontar el funeral de su hermano, su relación con su padre, los problemas de la granja y sus propios miedos. Estudia veterinaria lejos de allí, de aquellos páramos tan típicamente ingleses, grises y verdes, llenos de vida y muerte al mismo tiempo. El regreso es difícil, pero tendrá que enfrentarse a todo ello mientras intenta entender por qué su hermano ha muerto. No es este un thriller ni mucho menos, sino un relato íntimo de descubrimiento de tu sitio en el mundo, de una mujer que busca su futuro sin que el pasado la lastre y las dificultades que ello conlleva. Un excelente debut en la dirección.

Boris Sans Beatrice

Denis Côté relata en este film la historia de Boris, un hombre de negocios al que todo le va de maravilla hasta que su mujer sufre una grave depresión que la encierra en su casa de campo retirada de sus labores en el gobierno canadiense. Toda la vida de Boris empezará a tambalear cuando decida dejarlo todo para estar con su esposa, aunque en realidad parece más una formalidad que una realidad. Boris sigue sin Beatrice, con sus amantes, sus coches de lujo, sus caminas de miles de euros. Sinceramente, es este un personaje al que te dan ganas de pegarle unas cuantas hostias. Las mujeres que le rodean parecen simplemente servir para que Boris se reencuentre a sí mismo. Para que recupere la moral perdida, porque eso parece que nos ofrece el director: una moralina de sé un buen padre, buen marido y buena persona pero que no nos creemos en ningún momento.

Kékszakàllú

La formalidad visual hecha película. Gastón Solnicki nos ofrece en su tercer largometraje una adaptación muy pero muy liberal de la ópera de Bartók dedicada a Barbazul (el título de la película en húngaro), tanto que no se le pueden encontrar parecidos de ningún tipo. Retrato perfecto de una juventud argentina de clase media alta, más tirando a alta que media, que no sabe qué hacer con su vida pero tampoco importa. Visualmente perfecta, la cámara sigue a las protagonistas en sus periplos por la vida de adolescente a adulta y todas ellas estupendísimas y perfectas. Se nota que el director las quiere. Y las retrata mientras chocan con un mundo adulto del que se sienten desplazadas. Los lugares que transitan se convierten también en protagonistas de este relato preciosista, cada fotograma podría ser una fotografía perfecta, cuya historia se pierde en un mar de perfección visual.

Beach House

Cuatro personajes pasan la noche tras un concierto en una casa espectacular en la costa del Líbano. Son dos hermanas y dos amigos de la facultad de la más joven. Comen, beben, se drogan pero sobre todo hablan. Discuten, juegan, charlan sobre lo humano y lo divino, sobre ellos mismos y lo que esconden, sobre la sociedad que les rodea, sobre el Líbano, el conflicto arabo-israelí, sobre inmigración, racismo, homosexualidad, sobre tabús, sobre relaciones y sobre ellos mismos. Roy Dib nos muestra en su primer y excelente largometraje como los personajes se enfrentan a la modernidad y la tradición, como conviven esas dos realidades presentes en el país como esta casa moderna pero con decoraciones estilo árabe que los acoge. Censurada en el Festival de Beirut, no tanto por tratar el tema de la homosexualidad, sino por mostrar a una mujer demasiado liberal para el patriarcado libanés, Beach House curiosamente consiguió un premio a la distribución. Paradojas de la vida moderna. Por suerte, nosotros hemos podido disfrutar de esta noche y la charla entre estos cuatro personajes. Con una planificación teatral y una intensidad que sube a cada fotograma, Dib desnuda a sus personajes, bucea en sus miedos y sus inquietudes y nos los muestra en su imperfecta perfección.