Cracker. La 2 de Apolo. Barcelona.

Cuando la banda de David Lowery y Johnny Hickman visitan la ciudad, no puedo evitar emocionarme. No sacan disco desde su excelente Berkeley to Bakersfield, que publicaron en 2014, así que no venían presentando trabajo nuevo. Es de suponer que la razón es que Lowery sacó su último disco en solitario el año pasado. Pero aún así su visita es motivo de alegría, siempre. El talento compositivo de la banda está más que demostrado. Son dos genios encima y fuera del escenario. Una combinación explosiva que nos ha regalado un disco perfecto tras otro.

La noche empezó con Lowery a la acústica y Hickman con la eléctrica sobre el escenario, acompañados por el pedal steel de Matthew “Pistol” Stoessel. Interpretaron “Dr. Bernice” y “Been Around The World”. Acto seguido salió la banda al completo para regalarnos el primero de sus grandes temas “Almond Grove”. Por supuesto, el concierto fue un recorrido por lo mejorcito de su carrera, no faltaron “Teen Angst”, “The Golden Age” o una “Euro-Trash Girl”, coreada por el público a grito pelado. Uno de los momentos álgidos siempre en sus conciertos.

También tuvimos la ocasión de escuchar “Low”, “I Want Everything” o “Take The Skinheads Bowling”, un tema de la otra banda de Lowery, Camper Van Beethoven. Acababa la banda con “One Fine Day” antes de retirarse. “Gimme One More Chance” fue el bis que nos dejó con ganas de más. El setlist marcaba dos temas más que no sonaron. A Lowery se le veía cansado y la voz a veces le fallaba. No estaba en la mejor forma. Hickman en cambio como siempre estuvo certero a la guitarra, con actitud y sorprendiendo con su voz cuando cantaba alguno de los temas como en la deliciosa “Sweet Thistle Pie”. Ojalá cantase más. La noche fue de menos a más, la intensidad subió enteros a medida que las canciones se sucedían. Parecía que el concierto remontaba pero aún así cuando acabó, no podías evitar pensar que aunque fue buen concierto, no fue uno de los grandes que en otras ocasiones nos ha ofrecido Cracker. Una lástima.