Branca Santa, en la suma de las partes está la magia
Branca Santa
Apolo 2, 20/10/2016
Tengo que reconocer que descubrí el proyecto Branca Santa debido a mi adoración por Xarim Aresté. Conocí a este músico de Flix con su banda Very Pomelo, más tarde pude verlo en directo varias veces como guitarrista de la grandísima Maika Makovski y finalmente me convertí en fan de de su carrera en solitario.
A través de él supe del proyecto Branca Santa. Branca Santa es la demostración musical de que el todo es mucho más que la suma de las partes. Es un colectivo tan heterogéneo como sólido, en el que sus múltiples miembros lucen individualmente y aportan su luz al conjunto.
Branca Santa aúna a una buena colección de músicos catalanes y mallorquines. Roger Pistola a la voz y guitarra, Xarim Aresté a la voz y guitarra, Pep Garau a la trompeta, Tomeu Garcias a la trombón, Miquel Gayà a la trombón, Miquel Àngel Rigo a la saxo, Josep Munar a la guitarra, Jordi Àlvarez a la guitarra y voz, Llorens Barceló a la hammond, Ricard Sohn a la teclados, Esteve Huguet a la batería, Teo Salvà a la batería, Pep Lluís Garcia a la percusión. Y todo ello acompañado con los visuales de Joan Garau. Ahí es nada.
Ayer tuve la suerte de ver a Branca Santa en la intimidad del Apolo 2, en la presentación oficial de su disco Trompes d’assalt, dentro del marco del Festival Connexions. Y, sinceramente, me dejaron sin palabras. Son como una big band de jazz con injertos de rock setentero y funky.
Branca Santa te traen un ritmo atronador con dos baterías y percusión, sección de vientos, teclado, Hammond, bajo y hasta cuatro guitarras a la vez. Estos son los ingredientes de una receta deliciosa. Música para bailar, para sentir, para perderse.
A ratos suenan potentes como un desembarco de mamuts en una cala mallorquina, a ratos delicados como el vuelo de una gaviota. Pero siempre suenan frescos, rítmicos, melódicos. A veces parece que se vayan a enfrascar en una jam de improvisación, pero luego compruebas que sus temas son sólidos y reconocibles.
Su único disco, Trompes d’assalt, está disponible en el sello Bankrobber. El colectivo tiene el potencial para crear muy buena música. No los perdáis de vista.
Para que os hagáis una idea de lo que es este proyecto, aquí tenéis el tema con el que cerraron el concierto (antes del bis), Ha fallat tot.