Sophie Calle, el arte está en la mirada
Sophie Calle. Modus Vivendi
Del 3-3-2015 al 7-6-2015
[La virreina] Centre de la Imatge
Barcelona
La parisina Sophie Calle es una artista con una obra tan honesta, sencilla y bella que es imposible resistirse a ella. A nivel formal, se trata de propuestas conceptuales que combinan fotografía, escritura, vídeo, e instalación. Lo que más nos gusta es su capacidad de hacer arte a partir de la vida, tanto la suya como la de los demás. Estamos ante una creadora cuyas obras de arte no son objetos autónomos, sino que nos remiten siempre a una vivencia, a una experiencia, a un fragmento concreto de vida.
Calle tiene la capacidad de emocionar al espectador llevándolo de paseo por momentos frágiles, bellos, duros e íntimos de su propia vida o de las vidas de la gente con la que decide colaborar. Al final, es una artista que sólo trabaja con la realidad. Además, la forma concisa y relativamente escueta que tiene de presentar las obras le confiere a su trabajo un aspecto de documental. Documental con un atractivo añadido. Esa sonrisita cómplice que se nos forma al contemplar cada obra.
Calle explora ideas como la percepción o la identificación para retratar la vida en toda su complejidad, con todos sus conflictos, preguntas, altibajos y grandezas. Son obras muy ricas, directas y de una gran franqueza. Con su discurso visual y textual, Calle logra una gran capacidad de narración. Sus obras acaban siendo como pequeñas novelas (autobiográficas, trágicas, amorosas, o de formación, según el caso), que dejan en el espectador una sensación duradera.
La exposición empieza con tres obras que tratan un mismo tema: la visión. Se trata de Les aveugles, Voir la mer y Last seen. En Les aveugles (Los ciegos; 1986), Calle visita a una serie de personas ciegas y les pregunta qué es para ellos la imagen de la belleza. Es un juego sencillo no exento de crueldad, con resultados muy bellos. Voir la mer (Ver el mar, 2011) nos traslada a Turquía; una serie de vídeos capturan el momento en el que varias personas ven el mar por primera vez. Es un ejercicio de voyeurismo de lo más tierno. En Last Seen (Visto por última vez, 1991), se fotografía la antigua ubicación de obras de arte robadas, y se les pide a los empleados del museo que describan su recuerdo de cada obra.
A continuación vienen dos series de temática más sórdida: Dommages collatéraux (Lástimas colaterales, 2003) y Statues ennemies (Estatuas enemigas, 2003). En la primera, vemos una serie de fotos de delincuentes que la policía estadounidense utiliza como blancos de tiro. La segunda está formada por iconos religiosos mutilados en la guerra civil española. Hay un paralelismo macabro entre las dos, que se centran también en la mirada, aunque de una forma distinta.
A continuación vemos una serie de textos relativamente breves, acompañados de fotografías de gran formato. Se trata de la serie Autobiographies (Autobiografías, 1988-2013), que presenta momentos, anécdotas y experiencias de la propia Calle, tan sencillos como evocadores.
Por último tenemos la magnífica Prenez Soin de Vous (2007). El punto de partida de la obra es un correo electrónico de ruptura amorosa que recibió Calle. La artista decidió dar el correo a mujeres de profesiones muy distintas (escritoras, correctoras, artistas, cantantes, psicólogas, videntes, mediadoras, etc.) y les pidió que hicieran su propia interpretación, con resultados de lo más varipintos.
Se muestran tanto resultados físicos como vídeos del proceso. La cantante Camille crea una fantástica pieza musical, la diva del electroclash Miss Kittin hace un recorrido sonoro minimalista, la hilarante Emma la clown hace saltar las lágrimas contándonos su amor por los paréntesis (¡hay dos pares de paréntesis!, ¡menudo regalo!), la actriz Victoria Abril comenta la carta desde la intimidad de su cama. Aquí os dejamos con una selección de vídeos de Prenez Soin de Vous.
En resumen, Sophie Calle se ha pasado por Barcelona para traernos una pequeña muestra de sus obras. Y digo pequeña porque a pesar de contener abundantes obras de los últimos 30 años, Sophie Calle. Modus Vivendi se queda corta. Cuando uno hace una cata de la obra de Calle, quiere más. Mucho más.