Demi Moore interpreta magistralmente a Elisabeth Sparkle, una estrella que empieza a estar entrada en años para los estándares de Hollywood. Tras años de carrera, éxitos y glamour, Elisabeth ha quedado relegada a dirigir una clase de fitness en un programa de televisión diurno. Todo empieza a ir mal cuando cumple los 50 años. Su productor, Harvey (interpretado del modo más grotesco, exagerado y desagradable posible por Dennis Quaid) cancela el programa. Es hora de dar paso a una figura más joven.