Low. Bikini. Barcelona. Tocando el cielo con una melodía.
Mike Noga dejó The Drones, tras 10 años como batería de la banda australiana, y lo hizo para iniciar una interesantísima carrera en solitario. The Balladeer Hunter, su segundo trabajo, causó sensación en la escena rock australiana. Ahora visita nuestras tierras en esta gira junto a Low y hace un repaso a sus dos discos anteriores y algunas canciones de su próximo trabajo, King. Un disco conceptual y psicodélico basado en la obra de 1830 Woyzeck de George Büchner. Ahí es nada. Sorprende la franqueza y el desparpajo de su música. Sus canciones sencillas y directas, guitarra acústica y voz, harmónica a veces y pandereta marcando el ritmo con el pie. Con otra guitarra de acompañamiento. Canciones que se quedan grabadas como “All my friends are alcoholics”. Delicadeza folk, garra y presencia en el escenario. Una perfecta introducción para el concierto de Low.
Es difícil describir conciertos como este. Difícil porque el nivel de excelencia y perfección es tan alto que los adjetivos se quedan cortos. Low presentaban su excelente nuevo trabajo, Ones and Sixes. Un disco sublime de esos que entran poco a poco pero que van calándote hasta llegar al corazón y quedarse incrustado. Emoción pura contenida en canciones perfectas. Lo han vuelto a hacer. Y en directo, no iba a ser menos. Las canciones de Ones and Sixes crecen e inundan el escenario por su sencillez y su calado emocional. Y todo gracias a la interpretación contenida y desgarradora de Alan Sparhawk, Mimi Parker y Steve Garrington.
Empezaba el concierto con los dos primeros temas de su nuevo disco, la etérea “Gentle” y la rítmica y desoladora “No Comprende” para pasar a un clásico como “Monkey” de The Great Destroyer del que también sonaría “Pissing”. Pudimos escuchar también “Innocents”, “Spanish Translation”, “Lies”, “Into You”, “What Part of Me”, “DJ” y “Landslide”, tocando así prácticamente todas las canciones de su último trabajo. Sonaron también de The Invisble Way “Plastic Cup”, “Hoy Ghost” y “On My Own” y “Will the Night” de Secret Name. Entre canciones, algunos comentarios tenues de Sparhawk, sonrisas, algunas bromas. Mientras Garrington permanecía concentrado y atento y Mimi parecía en trance musical.
La banda volvía para los bises con dos canciones. Exquisita “Murderer” de Drums and Guns y un sublime “When I Go Deaf” de The Great Destroyer. Acababa el concierto la banda, dejándonos con la sensación de haber visto algo sublime. Canciones que alcanzan altas cotas de intensidad emocional sin a penas esfuerzo, con una sencillez apabullante, una calma desgarradora y sentimientos a flor de piel. Delicadas, íntimas, etéreas, sentidas, emotivas, desgarradoras, perfectas canciones, como la música de Low. Como el concierto que nos regalaron.
Foto: Jordi Vidal